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Tipos de hombres que una mujer debe tener antes de comprometerse

La vida está llena de experiencias y es necesario vivirlas, sean buenas o malas, para poder formar una trayectoria llena de conocimientos y vivencias que puedan solventar una decisión tan importante y trascendental como formalizar una relación con la pareja.

Por eso, se enumeran aquí algunos tipos de hombres con los que debes estar, para valorar al máximo a tu futura pareja. Al final, el amor de tu vida tendrá irremediablemente "un poquito de todos los tipos", por lo tanto, el indicado para tenerlo al lado por el resto de tu vida.

Cuando las mujeres recuerdan experiencias amorosas del pasado, existen parámetros parecidos en muchas de sus vivencias. Tanto es así, que la mayoría ha estado alguna vez con un hombre menor, o uno bastante mayor, o el típico hombre "músculo" que sólo se preocupa de su físico, pero que, además, lo pone al servicio de nosotras, e incluso el infaltable hombre dañino o el mantenido, que en algunas casos también se da. Todos ellos entregan las experiencias necesarias para poder decir: "Sí, éste es el hombre con el que quiero estar para siempre".

1- El farrero
Como bien dice Marta, de 26 años: "Primero tienes que haber conocido y haber estado con un tipo farrero... Que salga contigo de lunes a lunes a ¿bacilar¿ a discotecas para bailar como trompo y a bares para tomarte hasta el alba. Al final te terminas aburriendo del mismo circuito y más encima quedas en la bancarrota".

2- El Adonis
Antes de decidir con qué hombre pasarás el resto de tus días, debes estar con un tipo casi modelo, un Adonis, que sea dueño de un físico que sólo ves en revistas y en los avisos de ropa interior de Calvin Klein (¡Mínimo! ¿No?)
Al menos te servirá para jactarte cuando seas viejita. "En mi opinión, hay que tener un hombre con buenos abdominales y buenos glúteos , ya que después del matrimonio alguna cosas se caen o crecen... y después no hay de dónde agarrarse", afirma Alicia, casada, de 29 años.

Marta agrega: "Debes haber conocido a un hombre que te deje muerta en la cama... Un hombre con buen estado físico y con cero inhibición, que haga tus deseos realidad".

3- El aprendiz
Nada como creerse la maestra y él tu mejor alumno de la clase. Menor, con todas las ansias de los pocos años, la impulsividad de la inexperiencia y la gracia de un inexperto. Claro que este lujito hay que dárselo por muy poco tiempo, ya que termina por agotar.

"Por ejemplo, yo enamoré con un tipo tres años menor que yo, y te puedo decir que al principio todo bien, aunque me costó acostumbrarme a sus amistades por la diferencia de intereses. Me hablaban del viaje de estudios, y yo ya estaba saliendo de la universidad. Pero me saturó la dependencia que él tenía hacia mí, y terminé transformándome en su mamá. Prácticamente, hasta le compraba la ropa, y curiosamente cuando surgió ese sentimiento materno, dejó de interesarme como hombre", cuenta Magaly, de 27 años.

4- El experimentado
Aunque muchas veces uno termina quedándose con éste, el hombre mayor siempre resulta atractivo para las mujeres. Tiene vida propia, te trata como reina, tiene sus ingresos (por ende, aquí rigen las invitaciones unilaterales) y, además, se comporta a su altura, sin escándalos de celos, aprehensiones y cosas de ese tipo.

"Ahora que tengo un novio 9 años mayor que yo, te puedo decir que es maravilloso, no tenemos que estar esperando que los papás le den la propina para irnos un fin de semana fuera. Nos entendemos maravillosamente, porque tenemos intereses muy similares. No tiene problemas de inseguridades, dudas y todas esas inmadureces. Pienso que es bueno tener diferentes experiencias para poder elegir bien y darte cuenta de lo que realmente quieres tener en la persona que compartirá tu vida", asegura Lucero.

5- El hombre Edipo
Uno de los tipos de hombres con los que hay que estar antes de enseriarse es con uno que considere que su madre es lo mejor que ha pisado el planeta y que te lo recalque siempre que pueda.

"Hay que pasar un tiempo, sólo un tiempo, con un hombre con problemas de Edipo, de esos que te ponen a la madre como ejemplo de todo: ¿Mi mamá cocinaba mejor, qué rica era la comida de mi mamá, mi mamá tenía buen gusto para decorar, mi mamá es la mejor mamá¿. De esa forma podemos asimilar lo desagradable que es que es vivir con ellos y podremos criar a nuestros hijos sin una visión idealizada de nosotras mismas. Es decir, le hacemos un gran favor a nuestras nueras por adelantado", asegura Ivannova.

6- El que te amó de verdad y al que amaste irremediablemente
"Es necesario haber conocido a un hombre que te haya amado de verdad. Que sea bueno del alma, que te llame todo el rato, que te mime, que te haga regalos, que se lleve bien con tu familia, etcétera. Te aburres, porque quieres algo más intenso, con más adrenalina y no un viejo anticipado. Además, debes haber conocido a tu amor platónico: churrísimo y con tus mismos intereses. Que te hayas muerto de ganas de agarrártelo, pero que nunca te miró como mujer. La verdad, sí te miró como mujer, pero nunca se atrevió," asegura sandra

7- El tipo cruel y manipulador
Siempre hay que tener dentro del currículo amoroso a un hombre de esos que hacen daño a más no poder. Tanto así, que muchas veces uno queda trancada con ellos y no quiere saber más de hombres.

Sin embargo, estas relaciones tortuosas siempre dejan una enseñanza y es que ¡jamás hay que casarse con uno de este tipo!, al menos si no quieres que tu vida sea un infierno.

Conócelo sólo para poder elegir al hombre de tu vida más adelante, teniendo la premisa de que quieres que sea todo lo contrario a este tipo de personas.

"Estuve con un hombre así y el final de relación se puso agresiva. Él hacía escándalos y una vez se trató de ahorcar con un cable. Duramos seis años, pero los últimos eran de terminar y volver a cada rato, hacer escándalos de celos y todo eso. Llegaba a la casa y decía que si yo terminaba, él se mataba. Era demasiado inmaduro e inseguro de sí mismo, y todo el mundo se lo hacía saber, que yo era mucha mujer para él. De hecho, una vez íbamos en la calle y le gritaron ¿tanta carne para tan poco perro¿. Y la familia opinaba lo mismo. Y para colmo, éramos compañeros de curso. Siempre fue medio ¿tocadito¿, lo que pasa es que yo no me di cuenta", dice Carolina de 25 años.