Veinticinco historias de éxito muestran el poder de A.Latina contra la desigualdad

Veinticinco innovadores proyectos sociales desarrollados a lo largo de los últimos cinco años por comunidades de América Latina y el Caribe muestran la capacidad de la región para superar la pobreza y la desigualdad, destacaron hoy expertos en desarrollo social.

"Muchos análisis asocian a América Latina con carencias, problemas y dificultades, pero estas experiencias van más allá de los diagnósticos: apuntan a las soluciones", señaló Luis Espino, director regional de la Fundación Kellog, durante la inauguración de un seminario internacional en la Universidad de San Diego (EE.UU.) en el que durante tres días se analizarán estas experiencias.

Desde 2004 a 2009, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), con el apoyo de la Fundación Kellog, identificó y analizó 4.800 proyectos de innovación social en la región.

Tras un concienzudo análisis llevado a cabo en terreno por un comité de expertos, 25 de ellos fueron premiados "por su capacidad de ir más allá" en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, con la participación de la comunidad y bajos costos.

En esta experiencia hay historias de los más variopinto, desde campesinos haitianos que mejoran sus ingresos gracias a unas microlecherías, hasta por mujeres del altiplano peruano que se plantan frente a la violencia familiar.

También ciudadanos brasileños que, cansados de la malversación, decidieron fiscalizar las arcas municipales, ó el cuidado del medio ambiente con la práctica del fútbol en Belice.

"Estamos convencidos de que además de ser excelentes proyectos, sostenibles y competitivos, estos programas han conseguido introducir fórmulas novedosas para la superación de la pobreza y la desigualdad en la región", subrayó María Elisa Bernal, miembro de la Cepal a cargo de este proyecto.

Todas las iniciativas contribuyeron eficazmente a la lucha contra la pobreza, la desigualdad y exclusión social en sus comunidades. "Tienen en común la innovación social, una activa participación ciudadana y costos razonables", señaló Bernal.

Su capacidad para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la región, de ser puestos al servicio de grupos más amplios de la población hacen de la aplicación masiva de estas experiencias una valiosa aportación al anhelado cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio, en 2015.

El desafío pendiente para América Latina -detalla la Cepal- es convertir en políticas públicas estas iniciativas exitosas en el combate a la pobreza y el respeto a los derechos económicos, sociales y culturales.

"El gran reto ahora es que estas experiencias sean tomadas en cuenta por las autoridades, que se conviertan en políticas públicas en América Latina y, ¿por qué no? también en Estados Unidos", señaló el representante de la Fundación Kellog, Luis Espino, durante este seminario, que es coorganizado por el Instituto de las Américas.

El presidente de esta institución, el estadounidense Jeffrey Davidow, considera que extrapolar estos proyectos a la realidad del "gigante del norte" no es, en absoluto, una idea descabellada.

"Obviamente hay diferencias, incluso dentro de Estados Unidos, pero hemos descubierto en todo el mundo que los resultados más importantes vienen de la gente, de unas cuantas personas que se reúnen para resolver problemas que ellos entienden mejor que nadie", declaró a Efe Davidow.

"Es posible que los detalles de estas experiencias no puedan aplicarse en todos los países, pero sí su esencia, que es reunirse para encontrar respuestas a nivel local base. Eso puede tener efecto en cualquier parte del mundo", agregó.

"América Latina es una explosión de creatividad e innovación social. Existen innumerables esfuerzos orientados a solucionar problemas de la más variada índole", señalan Francisco Tancredi y Nohra Rey en el libro titulado "De la innovación social a la política pública", presentado hoy en el marco del seminario y que recoge los cinco años de trabajo de este programa.

El motor de la mayoría de las iniciativas son las organizaciones no gubernamentales, aunque hay otras que surgen de las propias comunidades. Los esfuerzos novedosos en tanto se concentran en las áreas de salud y educación.

Las iniciativas ganadoras provienen de Argentina (5), Belice (1), Bolivia (1), Brasil (7), Chile (2), Colombia (1), Costa Rica (1), Ecuador (2), Guatemala (1), Haití (1), México (1), Paraguay (1), y Perú (1).

"Hemos aprendido una infinidad de lecciones de estos proyectos -asegura en el citado libro Martin Hopenhayn, director de Desarrollo Social de la Cepal-, cada uno es una muestra del entusiasmo de quien le encuentra pleno sentido a lo que hace y está movido por la fuerza del compromiso tanto ético como práctico".