Messi debuta con Inter Miami (Leagues Cup) con golazo de tiro libre para ganar 2-1 sobre Cruz Azul

El minuto 53 del partido Inter Miami – Cruz Azul en el que Lionel Messi entró en reemplazo del joven argentino-estadounidense de 18 años Benjamín Cremaschi, marcó el debut del capitán de «Las Garzas» como es conocido el equipo mayamense de casaca rosa y de su aventura particular, ahora sí en el terreno de juego, en el soccer de Estados Unidos.



Es cierto que lo hizo en una competición de esas craneadas por podridamente ricos y caprichosos, invención que reúne a franquicias de la MLS (Major League Soccer) con clubes de la liga mexicana denominada «Leagues Cup». Todo esto parece importar nada ante el potente embrujo mediático desplegado por la presencia de «La Pulga» incluso sin necesidad de estar en un rectángulo dedicado al balompié. Pero el hombre vino fundamentalmente a jugar; a tratar de dar un poco de brillo a una escuadra que en esta noche que tuve ocasión de presenciar por primera vez, me dio la impresión de que encandila tan solo por su flamante contratación.



Porque a pesar del triunfo parcial del Inter Miami 1-0, obra del mediocampista finlandés Robert Taylor (así es: un escandinavo de nombre anglosajón. Cosa para ver), los comentarios sobre su escasez de juego ante «La máquina cementera» del Cruz Azul mexicano eran insistentes al finalizar la primera parte del encuentro disputado en el DRV PNK Stadium de Fort Lauderdale; un motivo que invitaba a avivar el llamado a la presencia de «San Leo» sobre el césped.

Quienes más robaban el brillo de los reflectores en el mencionado escenario deportivo era la «gallada» de personalidades haciendo acto de presencia en sus tribunas preferenciales: Lebron James, Serena Williams, Kim Kardashian, Marc Anthony, Spice Boy por supuesto… eran algunos de ese entorno deportivo-farandulero convocado a una fiesta que supongo no ha de estar en sus habituales como la balompédica (salvo David, claro está).



Comienzo del segundo tiempo, y con el correr de sus minutos en el aire se notaba que el asunto principal de esta contienda deportiva estaba por materializarse. Fue así que el técnico Gerardo «Tata» Martino convocó a su prima dona junto al español Sergio Busquets a la línea de espera para que entonces, por fin, pudiéramos ser testigos de cómo Lionel Messi empezaba a transpirar la camiseta de su nuevo equipo en un exótico compromiso de una exótica competición en vez de hacerlo bajo el sol eterno de la Florida.

El Cruz Azul que tuvo la participación de dos jugadores colombianos –Diber Cambindo y Kevin Castaño-, alcanzó a igualar las tablas cuando ya «La Pulga» acumulaba unos «gorgoritos» tejidos con sus guayos, sobre todo en habilitaciones precisas a sus descafeinados compañeros de ataque que recordaban a cualquier reunión de paquetes de barrio. De pronto, una falta inapelable sobre el 10 rosarino justo fuera del área cuando ya el cotejo agonizaba; si la vaina culminaba en empate, los contendientes tenían que irse a tiros desde el punto penal, así son las reglas de esta Leagues Cup.

Acomoda «Lio» el cuero. La posibilidad de que la clavase desde allí era tan grande como remota, caprichos de la diosa fortuna. La barrera que se arma, Messi da sus acostumbrados pasitos en reversa, el árbitro que pita, la carrerita que le da paso a la caricia del genio y… Messi se convirtió en un sol, allí, relativamente cerca de La Capital del Sol.