Carta del Arzobispo

El nuevo padre de la parroquia estaba tan nervioso por su primer sermón, que casi no pudo hablar.

El domingo siguiente, antes de su segundo sermón, le preguntó al arzobispo cómo podía hacer para relajarse un poco y no sentirse tan nervioso. Éste le sugirió lo siguiente:

“La próxima vez, coloque unas gotitas de vodka en el agua, y después de algunos tragos, va a estar mucho más relajado”.

El Domingo siguiente el Padre aplicó la sugerencia y en efecto se sintió tan bien que podía hablar hasta en medio de una tempestad, totalmente relajado.

Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del Arzobispo que decía lo siguiente:

Querido padre: La próxima vez, coloque unas gotas de Vodka en el agua y no unas gotas de agua en el Vodka. Le adjunto algunas observaciones para que no se repita lo de hoy:

- No hay necesidad de ponerle una rodaja de limón en el borde del cáliz.
- La caseta al lado del altar es el confesionario y no el baño.
- Evite apoyarse en la imagen de la virgen y mucho menos abrazarla y besarla.
- Existen 10 mandamientos y no 12.
- Los apóstoles eran 12 y no 7. Ninguno era enanito.
- No debe tratar al Papa como “El Padrino”.
- Bin Laden no tuvo nada que ver con la muerte de Jesús.
- El agua bendita es para bendecir y no para refrescarse la nuca.
- Nunca rece la misa sentado en la escalera del altar
- Las hostias son para distribuirlas a los feligreses. No deben ser usadas para acompañar el vino.
- Los fieles entregan el diezmo voluntariamente, saque el letrero que dice “su propina es mi sueldo”.
- El “Padre nuestro” se debe rezar alzando las manos al cielo, y no haciendo las olas como en la cancha de fútbol.
- La iniciativa de llamar al público para bailar fue buena, pero hacer el trencito por toda la iglesia…, ¡NO!
IMPORTANTE: Aquél sentado en el rincón, al cual Ud.se refirió como “travesti con faldita”, era yo!

Atentamente,

El Arzobispo