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Ver la Versión Completa Con Imagenes : DOS ESTATUTOS EPISTEMOLÓGICOS DE PODER: Procurador contra Alcalde


Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
PEDROELGRANDE
17-12-2013, 09:43:22
Martes, 17 de Diciembre de 2013 07:01
por Alberto Antonio Verón Ospina
País:Colombia
Región:Sur América



Hay en el triunfador una sustancia molesta, por mucho que nos guste pertenecer a ese estatuto de los que siempre ganan, por mucho que aplaudamos a quien asciende a la palestra aclamado por los vítores de sus seguidores, por mucho que nos emocionemos en el momento de la llegada a la meta; pues por mucho que el triunfador nos seduzca, nos seducirá más cuando la desgracia, la tragedia o el fracaso descienden sobre la cabeza del triunfador. Por esa sencilla razón, estoy de lado de Gustavo Petro, pues si Alejandro Ordoñez nos habla desde la ley, el clamor de Gustavo Petro se hace desde la in-justicia, dos estatutos completamente opuestos. La ley nos ubica en lo obligatorio y en lo normativo, mientras la justicia nos habla desde lo deseado y desde lo verdadero.

Si bien ambos han sido individuos poderosos, acostumbrados durante años a tomar decisiones, a sentir la inquietud y el interés del pueblo y de los periodistas con lo que ellos pronuncian sobre corrupción de funcionarios o de políticos vinculados al paramilitarismo; a pesar de que distan leguas ideológicas el uno del otro, la historia de súbito les encontró y cambió a ambos, aunque fuera el señor Ordoñez, desde su oscura y aburrida función de procurador a quien le correspondiera oficiar como el ángel exterminador de la carrera de Petro.Por eso y como corifeo de esta tragedia política esos millares de estudiantes, de "enmochilados", de indígenas, de recicladores, de clase media, le recordarán siempre a ese hombre que aparenta más años de los que tiene, debido tal vez a su dogmatismo y disciplinas católicas radicales, lo profundamente equivocado de su decisión. La ley está de su lado, ¿pero la justicia?

http://thumbnails110.imagebam.com/29562/b88031295612636.jpg (http://www.imagebam.com/image/b88031295612636)

Un día Gustavo Petro decidió abandonar una admirable y valiente postura en el orbe de lo legislativo para arrojarse a la voraz selva de ser cabeza del ejecutivo de la capital del país.Se ponía en el ojo del huracán, era el actor central de la capital, una ciudad convulsionada por los contratos de su anterior alcalde. Petro enarboló dos campañas centrales: una Bogotá humana y otro donde los gremios de los recicladores se les devolvía junto el acueducto y el trabajo de los desperdicios.

Y de hecho en su alcaldía se ha acentuado la presencia de los "traperos", nombre con el que eran conocidos esos hombres y mujeres que atravesaban la gigantesca capital llevando los desperdicios que ella arroja. Walter Benjamin en un famoso ensayo sobre el París de la segunda mitad del siglo XIX, consideróa ese "lumpen-proletariado" como el nervio vital de la revolución política de la modernidad. Esos recogedores de basura, esos hombres y mujeres que rescatan a la gran ciudad de los desperdicios, son precisamente ellos, los más pobres quienes salen a las calles al lado de quienes en otro momento han sido la vanguardia de la revolución como los estudiantes, o los trabajadores formales.

Sin duda que una medida como la de las basuras atacó directamente uno de los negocios más lucrativos de la modernidad liquida: los intereses de las empresas privadas que por años han aprovechado aquello que la ciudad arroja al olvido. Fue desde allí que sus enemigos numerosos, entraron a generarle una guerra en la que pasó lamentablemente casi todo el tiempo de su administración. Petro mantuvo sus decisiones , fue firme y algunos de sus amigos le pusieron alerta de las tormentas que se avecinaban, para luego de advertirle retirarse, como fue el caso de Navarro. Una de las lecciones importantes es que el príncipe tiene que escuchar, y no solo el canto de los áulicos, sino quienes avisan de los peligros.

En otro punto del centro de la ciudad, está ese hombre donde pareciera converger la más despótica pero precisa maquinaria de la ley burocrática con un espíritu religioso católico que rebasa los limites de la secularización moderna. Ordoñez combate muchas cosas distintas: en su juventud quemó libros malditos, en su vida de funcionarios con pleno poder sobre los entes burocráticos ha castigado corruptos.

La imagen del hombre que quema libros con encono vehemente en el parque Pio X de Bucaramanga anuncia uno de los momentos más tenebrosos de nuestra cultura nacional. Ordoñez es un perseguidor de quienes ofenden el orden jerárquico de Colombia. Y en eso quiero indicar algo: Ordoñez es un representante de un estado que está resguardado en el orden de la catolicidad apostólica y romana. Eso no se debe olvidar, porque tanto a izquierda como a la derecha están los demonios de la teología política de nuestro tiempo: los demonios de la corrupción. Amparado en ese papel de autoridad contra los demonios, Ordoñez se transforma en Bernardo UI, el personaje de "El nombre de la Rosa", la novela de Umberto Eco, un sonado perseguidor de brujas y de demonios durante el siglo XII. La fotografía donde aparece quemando libros en su juventud o las posturas que ha detentado como alto funcionario, expresanpor medio de sus decisiones de odio contra Petro o Piedad Córdoba, a lo que puede llegar una nación que no ha superado los fantasmas de la Colombia regenerada de la segunda mitad del siglo XIX.



http://thumbnails111.imagebam.com/29562/e47a24295612638.jpg (http://www.imagebam.com/image/e47a24295612638)


Por Alberto Antonio Verón Ospina
Escritor. Profesor Universidad Tecnológica de Pereira

Ayudante De Santa
06-11-2015, 22:19:08
Los mejores licores
juanrestre
17-12-2013, 11:46:32
excelente bien estructurado