Sólo el instinto para formar camadas de los leones y los perros ha hecho posible esta historia, única en el mundo.

Bonedigger, un león de cinco años, y Milo, un perro salchicha de siete, conviven y tienen una estrecha amistad en el parque zoológico Garold Wayne situado en Wynnewood (EEUU).



Al nacer el león sufrió una enfermedad ósea que lo ha dejó con una ligera cojera. En ese momento Milo, y otros dos perros salchicha Bullet and Angel, acogieron al león bajo su protección. Los animales jugaban juntos y compartían la comida.

Han pasado los años y los animales han permanecido juntos todo este tiempo. Tantos años de convivencia hacen que Milo intente imitar, sin mucho acierto, el rugido de Bonedigger.



La complicidad a llegado al punto de que Milo ayuda al león Bonedigger a limpiarse los dientes después de comer, como se puede apreciar en estas sorprendentes imágenes.