El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) ha asegurado este miércoles que es necesario más "claridad" sobre el supuesto ataque químico en Siria; sin embargo, no ha llamado a una investigación explícita sobre este suceso.
El subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, ha solicitado al Gobierno sirio una autorización para investigar esta matanza acaecida en las afueras de Damasco, la capital.
"Es una situación dramática y en este momento no se puede acceder a la zona por la situación de inseguridad" ha dicho Eliasson, para luego afirmar: "Estamos en contacto con el Gobierno sirio y esperamos que el resto de las partes cooperen para que se pueda llevar a cabo la investigación".
Por su parte la embajadora de Argentina ante Naciones Unidas y presidenta del Consejo de Seguridad, María Cristina Perceval, ha informado que todos los miembros se han puesto de acuerdo sobre “una investigación inmediata, profunda e independiente”.
“Hay una gran preocupación entre los miembros del Consejo y una necesidad de aclarar lo que ha ocurrido, debemos seguir la situación muy de cerca” ha agregado.
En este mismo sentido el Gobierno de Rusia ha solicitado a la ONU una investigación "imparcial y profesional" sobre este caso.
Anteriormente el portavoz de la Cancillería rusa, Alexander Lukashevich, había calificado de “provocación” los alegatos de los grupos opositores sirios en torno a un ataque con armas químicas en el territorio del país árabe.
“Todo esto no puede sino sugerir que una vez más se trata de una provocación previamente planificada”, ha destacado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
Más temprano, este mismo día, varias fuentes de los grupos armados que actúan en Siria han informado que al menos 1 188 personas han muerto en un ataque con armas químicas en la zona de Ghouta, ubicada en las inmediaciones de la ciudad capitalina de Damasco.
Damasco siempre se ha defendido y ha negado el uso de armas químicas en cualquier punto de su territorio, de ahí que el presidente sirio, Bashar al-Asad, subrayara que las acusaciones que pesan sobre Siria respecto al uso de gas sarín es un “preludio de una guerra contra nuestro país”.
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