Neuronas espejo.
La teoría de las neuronas espejo señala que dichas neuronas se activan cuando un animal o persona desarrolla la misma actividad que observa en otro individuo. Schlozman describe la teoría como un modelo neurobiológico de la empatía, el cual sugiere que de alguna forma u otra estamos conectados unos con otros.
Los cerebros de los zombies son incapaces de ‘conectarse’, esta incapacidad es de carácter biológica. No parecen enojados, no parecen excitados, no parecen asustados. Sólo parecen zombies y esto es lo que más asusta sobre ellos.
El hipotálamo ventromedial.
Según el Dr. Schlozman, los zombies sufren de hiperfagia, condición que provoca la sensación de siempre tener hambre. Esto es debido a que su hipotálamo ventromedial, uno de los núcleos del hipotálamo, se encuentra dañado. El resultado: Los zombies comen y comen pero nunca se sienten saciados.
¿Cómo detener a un zombie?
Aquí el Dr. Schlozman responde con una frase conocida por los fanáticos del genero cinematográfico: Disparales al cerebro o cercenarles la cabeza es la mejor solución.
Contagio
“Tras varios infortunios al principio, el equipo de Stanford logró adaptar un virus del herpes que llevará el avance de la ingeniería genética neuroprotectora a las profundidades del cerebro, para neutralizar las hormonas bandidas antes de que puedan causar daños”. “Ya se ha demostrado que el virus del herpes genéticamente modificado funciona en ratas”.
"-Para ser honesto, aún me sorprende que funcione- dijo el profesor Sapolsky en la revista Wired recientemente”.
"Hemos demostrado que es posible”. ” Podemos reducir el daño neuronal causado por el estrés”.
Como todos saben, el herpes es una enfermedad sumamente infecciosa, y fácilmente contagiosa. El herpes bucal se transmite con un beso, o solo por el hecho de utilizar un cubierto que fue antes usado por alguien con herpes. Y esto coincide con las mordidas de las películas. ¡No dejes que te muerdan!
Como relatamos en el articulo anterior citando fuentes como el New Tork Times, Daily Mail y la BBC, y para continuar la propaganda sobre el presunto hallazgo, los medios citaron a un colega de la Universidad de Stanford, que llamó a la posible vacuna -el tiro Sapolsky- aseverando que "En los humanos este virus genéticamente modificado constituirá una gran ayuda en la regeneración neuronal causada por el estrés-, - ese sentimiento de tensión que persiste una vez terminada la crisis".
Tras realizar una búsqueda sencilla en Google advertirán que ambos doctores comparten apariciones en listas de estudios o incluso libros sobre neurología. Ellos mismos pueden observar estos resultados y por supuesto, se conocen.