Si usted pierde su vehículo ya sea por hurto, accidente o cualquier otra causa que implique su desintegración o desaparición, debe proceder a cancelar la respectiva matricula.
Mientras no se cancele la matrícula, legalmente el vehículo seguirá existiendo y generándole obligaciones a su propietario legal.
Uno de los problemas más comunes relacionados con la pérdida de un vehículo, tiene que ver con el cobro de impuestos.
Mientras no se cancele la matricula, habrá que seguir pagando impuestos. Con los vehículos sucede lo mismo que con el Rut, que mientras no se cancele o actualice, las obligaciones tributarias seguirán existiendo aún en aquellos casos en que la persona dejó de desarrollar sus actividades económicas.
Es importante tener claro que en caso de hurto del vehículo, la simple denuncia de robo ante la fiscalía, la Dijim o la Sijim o cualquier otra autoridad competente, no libra al propietario del vehículo de las futuras obligaciones tributarias. Estas denuncias sólo podrán librarlo de posibles responsabilidades penales o civiles en caso que el vehículo robado sea utilizado para asuntos ilícitos o se causen con él perjuicios a terceros; para evitar las obligaciones tributarias futuras, necesariamente habrá que cancelar la matricula.