Este experiencia es con la misma mujer de este relato: http://www.denunciando.com/relatos-e...cina-rica.html Luz Marina, una mujer riquísima de 37 años.

Con esta doña, que fue mi vecina, había perdido contacto hacía un año y medio. Después de aquel día que tiramos rico en su casa pasaron dos meses y se mudó con su familia. Yo pensaba que ya nunca más iba a ver esas deliciosas piernas y ese cuerpazo que tiene Luz Marina hasta la semana pasada, que la vi animando un evento al que yo asistí. Obviamente, al verla volvió a mí el recuerdo de aquel día en que se la metí. Ahora estaba mucho más rica que antes, cuando era mi vecina. Entonces, una vez terminado el evento cerca a las 7pm, me le acerqué para saludarla y para ver si se acordaba de mí. Y así fue. Al verme, me sonrió y me saludó. Entonces, estuvimos conversando y de repente me preguntó "¿recuerdas ese día en el que me ayudaste con las bolsas del supermercado?" Yo le sonreí y le dije "por supuesto, cómo olvidar lo que hicimos después ese día" (me refiero al día en que tiramos) "Si ese cuarto hablara..." Ella se rió y después me dijo "sabes, después de ese día, cuando hacía el amor con mi marido a veces me imaginaba que lo estaba haciendo contigo. Sabes hacerlo muy bien." Yo le dije "es que con una mujer como tú, qué hombre se va a negar a hacerlo". Ella volvió a sonreirme y me dijo "¿estás ocupado?, le dije "no, por qué la pregunta", ella me dijo "es que quiero que me acompañes a mi casa", yo le dije "pero, ¿tu marido y tus hijos?", me respondió ella "mi marido regresa en dos días de un viaje de trabajo y mis hijos se van a quedar a dormir en la casa de sus primos". Bueno entonces yo ya entendía para qué quería que vaya a su casa, así que decidí acompañarla.

Entonces, llegamos a un edificio de 20 pisos, ella vive en un apartamento ubicado en el piso 16. Entramos al ascensor y ahí me empezó a besar rico. Yo la pegué a mi cuerpo mientras me besaba e iba sintiendo sus tetazas y su concha y manoseaba todo su cuerpo. Dejamos de besarnos antes de que se abran las puertas del ascensor, salimos de él y nos dirigimos hacia su apartamento. Una vez que entré con ella a su apartamento, en la sala la cogí por la cintura y empecé a puntearmela sabroso mientras le besaba el cuello y luego sus labios. Seguía punteándola rico, pero ahora le acariciaba sus pechos y una de mis manos le cogía rico la concha. Ya se escuchaban sus primeros gemidos de placer mientras me iba diciendo que la tenía bien dura. Yo seguía banqueteándome con su delicioso cuerpo hasta que me dijo "quiero que me hagas el amor, quiero tener tu pinga dentro de mí otra vez" Entonces, sin pensarlo dos veces, me llevó a su cuarto en donde empezamos a desvestirnos. Le iba quitando su blusa escotada con su sostén. Qué hermosas tetas volvía a contemplar. Sin dudarlo, empecé a tocarlas y a chuparlas mientras ella me iba quitando mi pantalón. Yo también, mientras le besaba su vientre, fui quitándole su pantaloncito bien apretadito y la dejé en calzón. Nos recostamos en su cama, le quité su calzoncito negro y fui besando todas las partes de su hermoso cuerpo deteniéndome en su vagina deliciosa mientras ella jugueteaba con mi pene ya bien erecto. Ella ya gemía de placer cuando me dijo "dame tu pinga dura mi amor, quiero sentirte". Entonces ella abrió sus piernas y se la fui empujando bien rico en su vagina. "Uff!! qué ricoo!!" ella decía. Entonces me la fui tirando duro, qué rica concha!! estaba bien mojadita y ajustaba bien rico. Verdaderamente, no se la quería sacar, tanto así que me vine y le bañé su concha con sendos chorros de leche. Mientras me venía dentro de su vagina ella gemía "uhmm uhmm que rico mi amor" con una carita muy excitada. Yo también estaba tan excitado que luego de que me vine, mi pene seguía erecto. Así que se la saqué en un instante y se la volví a meter. Ella me decía "ay si mi amor, me encanta hacerlo contigo, sigue! sigue! asi!"Y le volví a bañar de semen su rica vagina. Ambos terminamos exhaustos, pero satisfechos. Después de tiempo que una mujer hacía que bote mucha leche y qué delicioso fue metérsela sin condón. Reviví con ella buenos recuerdos