Casi 400 detenidos por revueltas en Brasil
Por
cuarto día consecutivo, miles de personas salieron a las calles en
San Pablo para repudiar un
aumento en el precio del transporte público. El gobierno federal ofreció ayuda
Crédito foto: EFE
Entre
30 y 50 personas fueron detenidas el jueves durante la concentración previa a la cuarta marcha de protesta contra el
aumento de la tarifa del transporte público en San Pablo, informan medios locales.
Entre las personas detenidas se encuentra el periodista
Piero Locatelli, del semanario
Carta Capital, según informó la publicación en su sitio web.
Según la versión electrónica del diario
Folha de Sao Paulo, millares de personas se concentraron en los
alrededores del Theatro Municipal, en el centro de la metrópolis, para participar de la
manifestación, que en sus tres ediciones anteriores, realizadas el
jueves, viernes y martes pasados, dejaron un rastro de destrucción en la ciudad.
Cercados por un fuerte cordón policial, los manifestantes
comenzaron la protesta gritando consignas de orden contrarias al aumento del transporte de pasajeros, que pasó de
3 a 3,20 reales (de 1,5 para 1,6 dólares), mientras algunos fueron revisados e interrogados por los efectivos.
Al menos uno de los jóvenes que fue detenido este jueves, añade el medio, tenía en su poder un
frasco de vinagre, utilizado para
mitigar los efectos de los gases lacrimógenes que usa la policía en caso de enfrentamiento.
El
temor a que la protesta vuelva a ocasionar los disturbios y episodios de vandalismo registrados en la última marcha, cuando el centro de la ciudad amaneció parcialmente destruido, con decenas de vitrinas rotas, al menos
85 autobuses dañados y dos estaciones de metro depredadas, el comercio cerró sus puertas a primera hora de la tarde, hora de Brasilia.
Las protestas son convocadas por el
Movimiento Pase Libre, que deslindó responsabilidad por los desmanes ocurridos en las marchas anteriores y adjudicó la violencia desatada a la
represión policial "innecesaria".
Durante los
varios enfrentamientos ocurridos entre efectivos policiales y manifestantes, en las marchas anteriores, la policía utilizó balas de gomas y bombas lacrimógenas, a lo que el público respondió con palos y piedras.
En paralelo a las manifestaciones de los usuarios, una
huelga de los trabajadores de los trenes de la ciudad provocó caos en la mayor metrópolis sudamericana, donde más de un millón de personas se vieron afectadas por falta de transporte.