Esta es una experiencia que tuve hace un mes con Clelia, una rica mujer de 29 años. Era separada y tenía un hija. Físicamente no era tan alta, tez blanca, rubia, no flaca ni gorda, linda cara, con buenas piernas y tetas.

A Clelia tuve la oportunidad de conocerla en una reunión familiar en la casa de mi amigo, primo de Clelia. Era el cumpleaños de mi amigo y él me había invitado a esa reunión. Si bien conocía a gran parte de los miembros de la familia de mi amigo, me llamó la atención ver a este mujerón que antes no la había visto. Entonces le pregunté a mi amigo que quién era ella y él me dijo que era su prima que había estado en EE.UU. y que recién había llegado porque se había separado de su pareja allá. Obviamente me sorprendí mucho, ya que no me explicaba cómo alguien pudo haberse separado de una mujer muy rica. Así que mi amigo me la presentó, empezamos él y yo a conversar bastante con ella y le caí bien. Entre lo que le hablaba a Clelia, le dije que estaba estudiando ingeniería industrial y ella me dijo que justo tenía unos libros que su papá, ingeniero industrial, le había dejado a ella para que se los dé a su pareja de entonces, pero como ella ya estaba separada me dijo que a mí me servirían más. Entonces, le dije que estaba interesado en ellos y ella me dijo que me los podía entregar cuando yo quiera, que sólo vaya a recogerlos a su casa, entonces me dio su teléfono para coordinar. Así que dos días después la llamé para ir a recoger los libros y me dijo que fuera ese mismo día a su apartamento en la tarde. Así lo hice y llegué a su apartamento. Tal fue mi sorpresa al llegar ahí, ya que no pensaba que vivía sola con su hija. Además, estaba vestida bien rica con una blusa rosada hasta el ombligo, estaba con sandalias y con un pantaloncito de buzo bien apretadito encima de la rodilla que hacían lucir muy bien sus piernas y su culo, pero sobre todo, uno podía ver cómo el buzo se amoldaba a su concha.

Ya en su apartamento, primero estuve conversando con ella en la sala para que no pensara que era un convenido que sólo iba por los libros. Le pregunté por su hija, ya que no la escuchaba, y me dijo que estaba durmiendo. Entonces, ya en esos momentos se me empezaba a parar, porque su hija durmiendo y ella sola, ya se imaginarán lo que pasaba por mi mente. Entonces, después de conversar con ella, me dijo que iba a ir a su cuarto para sacar las cajas con los libros. Obviamente, escuché la palabra "cuarto" y se me paró aún más de lo que ya estaba y le dije que la podía ayudar. Al principio me dijo que no, pero luego me llamó desde su cuarto para que la ayudara a bajar las cajas con los libros. Así que me paré de la sala y fui hacia ese lugar. Entonces, entré a su cuarto y la vi a ella de espaldas que estaba tratando de bajar las cajas de la parte superior de su ropero empinándose. Obviamente, le estaba viendo el culo y sus ricas piernas, así que me le acerqué y sin dudarlo la punteé mientras le cogía la cintura. Ella me decía al principio que qué estaba haciendo, pero no se despegaba de mí, porque estaba sintiendo mi pinga bien parada. Yo sentía sus ricas nalgas y mi pinga estaba entre ellas. Entonces seguía punteándomela cada vez más rico, ahora yo sentía que ella sobaba sus nalgas en mi pinga. Le iba diciendo que me gustaba mucho desde aquella reunión, mientras le besaba por la oreja. Ella a su vez me decía que hace tiempo que no se tiraba un buen polvazo con alguien, yo ya notaba en su voz cierta excitación de ella. Aún mi pinga estaba sintiendo sus ricas nalgas. Yo le dije "entonces, déjate llevar mi amor" y nos empezamos a besar bien rico mientras que yo empezaba ya a acariciar sus tetas. Mientras me la seguía punteando y besando, una de mis manos empezó a cogerle su concha. Ya se iban escuchando sus primeros gemidos. Poco a poco ella se iba excitando cada vez más, me dijo que cierre la puerta y luego con voz excitada me dijo "ahora sí! quiero que me cojas, quiero sentirte". Así que me la llevé a su cama, la recosté y me puse encima de ella, aún los dos con ropa. Entonces empezamos a desvestirnos, le fui quitando su blusa y el sostén, ella me fue quitando mi camisa. Empecé a acariciar y a chupar los pezones bien parados de sus ricas tetas; luego, le fui quitando poco a poco el pantalón de buzo y la dejé en calzón. Yo ya estaba en boxer. Continué besandole y saboreando sus deliciosas piernas hasta que llegue a su tanga y se la saque muy lentamente, y me detuve en su concha casi peladita haciéndola gemir “aaahh, que ricooo” Ya empezaba a escuchar sus primeros orgasmos. Ya bien excitada ella, me dijo “entra ya papi!” entonces, me quité el boxer, abrí sus piernotas y yo encima de ella poco a poco se la fui empujando todita, ella me decía "ay papi! que ricooo!!!” Uff!! No dejaba de gemir Clelia. Comencé a tirármela lento al principio, me decía "así así ufff!!! sigue sigue!! aaah!! aahh!! y luego fui aumentando la velocidad, porque me decía ahora "cógeme más duro, asiiii" Luego, cambiamos de pose, ahora yo la tenía encima mío moviéndose bien rico en mi pinga, ella decía "mmm qué ricooo"; luego, hicimos aquella pose en la que ella está sentada encima de mi pinga...ufff!! qué rico se movía!!! luego lo hicimos parados, sintiendo su rico culo y terminamos como habíamos comenzado, yo encima de ella penetrándola duro hasta el fondo, y diciéndome "sigue así mmmm no pares papi" Entonces seguí dándole duro y rico por su vagina mojada y calientita hasta el momento en que le bañé su rica vagina con grandes chorros de semen. Era tan excitante ver su rostro arrecho y escuchar sus "aah aah sí sí..." mientras le llenaba su rica vagina con tanta leche que me salía.

En su rostro se veía que estaba satisfecha del polvazo, sin embargo, pasaron como unos 15 minutos aproximadamente luego de la primera vaciada y me dijo "tiremos otra vez" Wow! nunca había conocido una mujer tan exigente! No lo dudé y aún con fuerzas me la volví a tirar. Qué mujer más caliente y arrecha!!

Tiene su tema en La más linda!