Al soldado profesional nadie lo obligó a pedir prestado en este tipo de entidades, pero lo que si está muy mal es que existan este tipo de cooperativas cobrando intereses por encima de lo legal y no haya quién ponga orden.
Otra guerra ministro Pinzón
Por: José Roberto Acosta
El soldado profesional Gutierrez me informa que el acoso es por todos los flancos y que ya son varios los caídos, hasta suboficiales y oficiales empiezan a ser víctimas y que ante esas bajas el Ministerio de Defensa no tiene estrategia alguna. Y el ataque es en Bogotá. ¿Quién podrá ayudarnos?, suplica.
Pero el soldado no se refiere a la guerrilla, sino a los abogados que están prestos a embargarle su exiguo sueldo y a los que, me confiesa, les teme más que a los de las FARC, pues en últimas en su guerra antisubversiva cuenta con el apoyo tecnológico y financiero del Estado, mientras que en su lucha contra las ordenes de embargo se encuentra abandonado a su suerte.
Todo empezó con la oferta de “cooperativas” que pululan en el sector público, ofreciendo el servicio de crédito mediante libranza y asegurándole al empleado el desembolso inmediato del dinero que necesite prestado con cargo al pago periódico de su nómina. Pero tal vez no aclaran que prestan por encima de la tasa de usura, que hoy es del 31.25% anual, y el con el beneplácito del Gobierno, que para este tipo de “microcréditos” permite cobrarle al deudor mas del 50% anual.
Hace menos de un mes el Presidente Santos prometió mas de un billón de pesos para el bienestar de las fuerzas armadas, pero no habló en absoluto de esta estructura agiotista que desangran a nuestros héroes como el soldado Gutierrez y que ya tiene firmadas tres libranzas por lo que al final su sueldo se reduce a $ 150.000 mensuales, después de tan usureros descuentos.
Y ante la pasividad del Ministerio de Defensa y la Superintendencia Financiera, las “cooperativas” e intermediarios de este producto crediticio, legal pero no justo, llenan sus bolsillos con márgenes de intermediación que superan el 70% de lo que paga la “victima” de libranza y que en una gran proporción de casos son realizadas por fuera del sistema bancario tradicional.
Mientras tanto, despalomadas columnistas y esquizofrénicos expresidentes concentran sus flojos argumentos en el flanco guerrillero, en un bombardeo sin cuartel a los propósitos de paz de la Nación, mientras en pleno centro financiero de Bogotá se atrincheran peligros mayores contra la paz del día a día de muchos colombianos.
Fuente El Espectador