Si un día fuiste a pasear y cogiste una caña pero ahora no sabes que hacer con ella (como me pasó a mí), sigue leyendo y te daré una idea.
Cortas la caña por los nudos. Con cada corte obtendrás dos extremos y lo mejor es que los dos estén cerrados o bien uno cerrado y otro abierto.
Esto es un ejemplo de un extremo abierto
Y este otro de un extremo cerrado
Con la navaja limpias uno de los extremos, poniendo cuidado de que en cada trozo de caña ha de quedar un extremo cerrado. Si tienes uno abierto y otro cerrado, limpias el abierto.
También vacias cada trozo, de las distintas "telitas" que la caña cría. Una vez limpios, haz un canuto de papel de lija y repásalos interiormente.
Coges los trozos que creas necesarios (yo cogí 7) y cortas un par de alambres cuya longitud sea suficiente para rodear los trozos y poder tensarlo.
Una vez hecho todo eso, obtendrás algo parecido a esto.
Éste de ahora es mucho más práctico que el otro que tenía, pues siempre estaba caído al más mínimo roce, debido a su poco peso y a la poca base que tiene.
La idea de utilizar alambre, para sujetar las cañas, es una opción personal. También es posible hacerlo con presillas de plástico, pegamento de contacto, cola caliente, etc.
Espero os guste.