17-03-2013
, 16:34:00
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Denunciante Bronce
| Respuesta: La felicidad es redonda Mensah Dosseh se compró las botas de fútbol en un mercado de Abidján, Costa de
Marfil, y las decoró con el nombre de su equipo favorito: el Barça.
En Ouagadougou, Burkina Faso, los jugadores chutan a este petit poto, o
miniportería de menos de un metro de alto por uno de ancho. «Para jugar al fútbol
no hace falta ser rico ni tener un campo estupendo y bien cuidado –dice el
historiador Peter Alegi–. Solo hace falta un terreno liso y un balón casero.» Fuente: National Geographic
__________________ "Aún hay vagos destellos de civilidad en este matadero salvaje que alguna vez fue la humanidad". |
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