Relato hecho por : morbo35 (morbo35@hotmai)
Me desperté por la mañana, me dolía mi polla de lo dura y empalmada que la tenía, joder, 5 días sin descargar, sabes a lo que me refiero, no?
Estaba solo en la cama, mi esposa no estaba, estuve a punto de hacerme una paja con mis manos, hasta que vi que la puerta de nuestra habitación seguía abierta del todo, viendo la puerta cerrada de la habitación de mi cuñada Sara, sonriendo, sabiendo que mi esposa es mala como yo, por naturaleza, dejándome solo, desnudo, con la puerta abierta a la vista de su hermana pero al ver su puerta cerrada pensé que todavía no había despertado por lo que me metí en la ducha, relajando mi empalme al sentir el agua fría como me gusta
Me puse una camiseta y un pantalón corto bastante ajustado, no uso bóxer, mi polla, como espero que podais comprender, mis 19 cms , están empalmado varias veces durante el día ya que mi esposa no para de enviarme mensajes calientes, fotos calientes mientras los dos trabajamos cada uno en nuestros respectivos trabajos, la última foto, la de ayer era la de su lengua lamiendo los flujos de su coño de su tanga, sentada en la taza del wáter de la oficina donde ella trabaja, en una agencia de transportes, siendo ella la única chica en toda la nave, estando rodeada de chicos jóvenes, repartidores
Como lo ves?
Pues así tiene mi polla todos los días
Empalmada
Bajé al piso de abajo, me hice un café y me di una vuelta por la casa a fin de encontrar a mi esposa, escuchando en el jardín, el chapoteo del agua en la piscina, viendo , sonriendo al ver a mi esposa y su hermana Sara jugando entre las dos haciendo olas con sus manos
Me senté en la misma hamaca donde la noche anterior le había clavado mi polla en su culo a mi esposa, por ser malo, cuando esta saliese de la piscina
Mi esposa me vio, sonriente, viéndome sentado en esa hamaca, sabiendo que lo hacía a posta, gritando que fuese al agua, con ellas, teniendo que contestarle que más tarde, que aún me estaba tomando el café, enseñándole la taza en mi mano
Estás seguro?, no sabes lo que te pierdes, me contestó, volviendo a ver como mi cuñada Sara encharcaba la cara de su hermana con una ola de agua
Me tomé el café, acomodándome, acostado en la hamaca, cerrando mis ojos, disfrutando del enorme placer que se tiene notando la calor del sol en tu cara, en tus piernas, mientras seguía oyendo chapotear a las dos hermanas como dos chiquillas
No sabes lo que te has perdido, me dijo mi esposa, abriendo mis ojos al escuchar sus palabras cerca de mi, viendo su enorme sonrisa, mirándome fijamente, quedándome alucinado al ver como no solo su pelo, su cara sino el resto de su cuerpo, desnudo, como la noche anterior estaba de pié, delante de mí, sorprendido por su desnudez a plena luz del día, estando con su hermana allí y con los vecinos de enfrente pudiendo verla
No dije nada, no me dio tiempo, viendo , impactado, derribado por un misil en todo el costado, al ver como al lado de mi esposa, acercándose a su lado, sonriendo, mojada, desnuda por completo al igual que mi esposa , Sara, mi cuñada me miraba , con miedo, esperando ver mi reacción, viéndola mojada, completamente desnuda, viendo sus enormes pechos 110 copa D , algo más pequeños que los de mi esposa pero con una gran diferencia :
Duros como dos piedras, dos preciosas tetas grandes que no necesitan ningún tipo de sujetador, poderosos, sus pezones completamente empitonados apuntando, desafiantes al muro de bloque del cierre de la finca, cosa que esa dureza, solo se tiene en la juventud de una mujer, viendo como al igual que mi esposa, su coño estaba completamente depilado al cero, sin un solo pelo se marcase en su sexo
Las dos hermanas, preciosas, desnudas, de pié mientras yo las miraba, asombrado por encontrarme eso, de esa forma
Te dije que era una pena que no entrases con nosotras en la piscina, no?, me espetó mi esposa, sonriendo
Miré ahora a la cara de mi cuñada, viendo la expresión de su rostro, absorta, con su boca abierta mirando ahora hacia abajo, hacia mis piernas, viendo como delante suya, mi polla, mis 19 cms de polla se marcaban en ese pantalón corto, ajustado, blanco casi transparente, pudiendo seguir con su vista, trazar perfectamente el contorno de la estructura de mi polla delante suya
Pues si que te has levantado contento, no Sara?, escuché a mi mujer decir, mientras veía como mi esposa se agachaba hacía mí y me espetaba un lascivo beso en mis labios, mordiéndolos con sus dientes, sentándose encima de mi cintura, dando una imagen como podrás pensar de la magnífica visión porno de mi cuñada Sara viendo el enorme culo de mi esposa, sin ropa, viendo por primera vez delante de su cara, el coño de otra chica, abierto del todo, separado por mis dos piernas y teniendo a pocos cms de ese sexo abierto, depilado al cero como el suyo, una enorme polla marcada, a punto de reventar ese pantalón pequeño y quedándose asombrada al ver como desde esa posición estando de pié, viendo el ojete del culo de su hermana dilatado, siendo más grande de lo normal, sabiendo en ese instante que su hermana y yo practicamos sexo anal, notando, sintiendo ella en ese instante como su cuerpo convulsionó, alucinada, con su hermanita, conmigo, descubriendo todo esto en ese momento, estando ella desnuda delante de su propio cuñado, en el jardín de la casa de sus padres viendo a su hermana besar a su marido, teniendo su coño abierto en dos, sabiendo que la polla de su marido está completamente empalmada habiendo visto a su cuñada joven desnuda
Mi esposa, sabiendo lo que causaría en la mente de su hermana viendo su culo, su coño sentada encima de mí y que estaría viendo el empalme de su cuñado, giró su cara hacia atrás, hacia la de Sara, comprobando que la mirada de su hermana estaba fija mirando nuestros sexos, diciéndole a ella, siendo mala si podía ir a buscar a la cocina, un par de cervezas de la nevera que seguro que yo tendría mi boca seca y que si ella quería, también podía tomarse una cerveza
Pude ver la cara de Sara, de alucine tras escuchar a su hermana, dándosela vuelta, viendo ahora su pequeño culo, duro como una piedra, como solo una jovencita tiene dirigiéndose hacia la entrada de la casa, de camino a la cocina