Un círculo vicioso, Eric. No voto por los políticos porque son los mismos corruptos de siempre y los políticos corruptos de siempre siguen ahí porque no voto por otros.

Se puede romper como se hizo en Bogotá con cuatro administraciones que le dieron una nueva cara, empezando por quien puso orden en la casa, Jaime Castro, al que le siguieron Mockus, Peñalosa y Lucho Garzón, cada uno con su estilo, cada quien poniendo énfasis en determinados enfoques de la ciudad, pero uno tras otro complementando lo dejado e impulsando la nuevo.