Cumplir el sueño americano le ha costado soledades, encierros y grandes esfuerzos a Sandra Beltrán, la famosa Diabla de 'sin tetas no hay paraíso'.
Me fui porque quería que mi hijo Luciano naciera allá y tuviera los beneficios de un ciudadano estadounidense. Estaba consciente de que en la temporada de dieta no podría trabajar y sería más complicado correr con todos los gastos que implica tener un bebé. Allá la ayuda del gobierno es grande, además quería trabajar afuera y crecer profesionalmente".
Pero Sandra Beltrán, la famosa 'Diabla' de Sin tetas no hay paraíso, viajó con visa de turista, sin trabajo y unos ahorros que con el tiempo se acabaron. "Gracias a Dios tengo familia allá y siempre mis tías me ayudaron. Tenía techo y alimentación pero la monotonía, la soledad, el no conocer a nadie y el no producir se vuelven una cosa rutinaria que genera sentimientos de impotencia. Aprendí que todo pasa en el momento indicado, me acerqué a Dios y aprendí a conocerme más. También tuve la fortuna de ver crecer a mi hijo día a día y de aprovecharlo. ¡Fue la mejor compañía mientras salía la visa de trabajo!".
Su hijo ya cumplió dos años y ella tiene los papeles en regla, pero durante el tiempo en que buscó el permiso ambos estuvieron limitados y obligados a llevar una vida diferente a la que la actriz quería para los dos.
"Tuve que buscar un abogado, un representante legal y un contrato laboral. Mientras hacía eso fui mamá de tiempo completo. Llegó un punto en que me quería enloquecer. ¡Fue difícil! No tenía carro para movilizarme, no trabajaba y dependía de mis tías. Mis hermanas me ayudaban pero no me alcanzaba el dinero que me mandaban. Pasé de tenerlo todo en Colombia a tener escasamente lo necesario. Ya no era yo la que ayudaba a mi familia sino a la que ayudaban, y me tocó aceptarlo".
Sandra quería empezar a ser productiva y estaba limitada; entonces se desesperó por agilizar las cosas y conseguir el dinero para la visa. "Mis amigos vivían muy lejos de donde estoy y no podíamos visitarlos por las distancias y la falta de carro. Salía solo cerca de la casa y los fines de semana con mis tíos, pero no tenía un tiempo para mí. A veces hacía ejercicio pero era cuestión de una hora solamente. Lo poquito que tenía lo invertía en el bebé; nada para mí. Entraba al centro comercial y cuando podía compraba cosas para él. Estaba acostumbrada a tener siempre dinero, a gastar en lo que quisiera y a tener cierto nivel de vida. Me frustré, pero al irme tenía claro que eso iba a pasar".
Finalmente recurrió a su exmánager Miguel Sierra Alta, quien le dio una oportunidad laboral y le tendió la mano. "Se inventó un programa que estuviera relacionado con mi experiencia; hicimos un piloto de un espacio de telenovelas; con ese dinero conseguí un carro que me permitió moverme con Luciano. Miguel me dio un incentivo económico y me ayudó".
Mientras tanto los papeles entraron a inmigración pero los devolvieron porque necesitaban más información. "En un mes más recolecté material para demostrar que era actriz. En esto transcurrieron otros dos meses y durante ese tiempo me contacté con la mánager Marisela Marulanda. Ella me cambió el look y me ayudó con la gestión. También hizo un contacto con Telemundo y tan pronto aprobaron la visa comencé a grabar Corazón salvaje, donde fui la niña bonita del narcotráfico".
¿Se arrepiente de ser madre soltera?
¡No!, pero es complicado. Hay momentos en que necesitas a alguien al lado. Si llego a tener otro bebé quiero que sea en un hogar, con una pareja al lado. Por fortuna Dios me dio unos ángeles que me apoyaron y han hecho más fácil mi estadía en Estados Unidos.