Aunque no hay confirmación por otras fuentes, hasta ahora los dicho por ABC ha resultado cierto como la grave infección pulmonar, la crisis respiratoria que obligó a practicarle una traqueotomía, el cáncer específico que padece, las recaídas, la pérdida de peso...

Tanta fue la filtración que obligó a su traslado a un sitio casi impenetrable, pero el deterioro ya no se puede ocultar. Los próximos días se verá si lo informado por el diario ABC refleja lo que realmente le está ocurriendo a Chávez.

Llama poderosamente la atención que se haya tomado una medida impopular como la fuerte devaluación del Bolívar, pese a la negativa de Chávez. Se supone que ante su inminente desfallecimiento o al menos su incapacidad permanente, toda el agua sucia le caiga a Chávez y Maduro, su sucesor, se libre de la publicidad negativa.

Los herederos se mueven rápido y comienza el lento deterioro de la revolución bolivariana que naufragará entre su incapacidad y su voracidad. Chávez, en cambio, será elevado a los altares y recordado como el segundo Padre de la patria venezolana y se dirá que todo iba bien hasta que Maduro subió al poder.

Pero no nos sorprendamos, la historia de los pueblos la escriben las emociones y no las razones.