Modernos cálculos realizados mediante modelos de ordenador han permitido confirmar que el cometa Halley fue registrado por los griegos 226 años antes que por los chinos. Fue un evento acompañado de la caída de un meteorito.


“Conmemoran los griegos que en el segundo año de la septuagésima octava Olimpiada (año 467-466 a.C.), Anaxágoras de Clazómenas vaticinó, por su conocimiento de los saberes astronómicos, en qué día iba a caer un meteorito y que dicho suceso se produciría durante el día, en una zona de Tracia, junto al río Egos... Además, brilló por aquellas noches un cometa”. Esta cita tan explícita recogida por Plinio el Viejo en su Historia natural (Libro II, 149) hace referencia nada menos que al cometa Halley, observado desde la Tierra por última vez en 1986 y que no volverá a pasar hasta 2061.


La citada referencia griega, junto a alguna posterior como la de Aristóteles en su Meteorología, habían pasado inadvertidas para los astrónomos actuales. Hasta ahora se creía que el registro más antiguo sobre el paso del cometa Halley lo habían hecho los chinos en el año 240 a.C.


Otra referencia encontrada en una tablilla cuneiforme de Babilonia data del año 164 a.C. Pero, recientemente, tras efectuar una serie de cálculos mediante modelos de ordenador, el filósofo Daniel W. Graham y el astrónomo Eric Hintz, ambos de la Universidad de Brigham Young en Provo (Utah, EE.UU.), creen haber demostrado que el evento mencionado por Anaxágoras y citado por Plinio y otros escritores posteriores se refería exactamente al cometa Halley, y han publicado el resultado de sus investigaciones en el Journal of Cosmology (julio, 2010).
Aunque el astrónomo y filósofo griego no utilizó el término “cometa” para referirse al Halley, predijo con exactitud la fecha en que una “piedra” caería desde el Sol. La piedra que cayó en la región del Helesponto, en el norte de Grecia, era de color tostado, tenía el tamaño de un vagón de tren, y en la actualidad es un importante atractivo turístico.



Los investigadores consideran probable que el fragmento de meteorito que cayó a la Tierra pertenecía al Halley, ya que en la fecha prevista el cometa cruzó los cielos del norte de Grecia y pudo verse durante unos 75 días en el año 466 a.C. durante los meses modernos de junio a agosto.
Como, a diferencia de los babilonios y los chinos, los griegos no tenían costumbre de registrar los sucesos celestiales, la referencia griega al cometa había sido pasada por alto por los astrónomos modernos. Ahora han hecho retroceder en 226 años el primer registro histórico del cometa Halley.