Bueno, ya es un avance que las religiones crean que la Tierra no es el ombligo del universo y nosotros los afortunados que habitamos en ella.

La realidad de la ciencia que paso a paso va rebatiendo los mitos antiguos obligan a quienes los defienden a acomodarse a la nueva realidad, única manera de subsistir.

Antes decían que la Tierra era el centro del universo y quemaron a muchos por atreverse a pensar lo contrario. Hoy reconocen que hay vida extraterrestre y a la manera de saltimbanquis intelectuales tratan de acomodarla a sus dogmas como el del pecado original.