El uribismo y el chavismo son dos puntos de vista completamente opuestos, ya que el chavismo representa el socialismo y la lucha contra las élites tradicionales; mientras que en Colombia el uribismo representa la lucha contra lo que se denomina terrorismo y el la economía de libre mercado. No obstante, tanto seguidores de Chávez como de Uribe comparten características comunes que, antes que diferenciarlos, los hace ver iguales.
1. Devoción exagerada
El caso más notorio es el de Venezuela, en donde los últimos problemas médicos de Chávez se han visto marcados por una movilización popular sin precedentes en la que millones de venezolanos han manifestado de diferentes maneras su simpatía y devoción por Chávez, ya sea mediante marchas multitudinarias u ofreciendo misas pidiendo por su salud.
El caso colombiano no es distinto. Durante su gobierno y al término de éste, Álvaro Uribe ha sido partícipe de muchos homenajes en su honor y manifestaciones públicas de respaldo por parte de sus seguidores. También se han dado casos de eucaristías ofrecidas en su honor.
2. Presencia de un "enemigo común" que justifica el rol histórico del líder
Para los chavistas, se trata de dos enemigos principales: la denominada oligarquía y los Estados Unidos. La oposición venezolana ha sido señalada por los chavistas de pertenecer a dicha élite oligarca que amenaza el proyecto socialista de Chávez, así mismo se les acusa de conspirar junto con el gobierno de Washington para derrocar a Chávez.
Para los uribistas, el principal enemigo de la Patria se trata de los grupos al margen de la ley, muchos de ellos de tendencia comunista, como las FARC y el ELN. Los uribistas han señalado como "enemigos de la Patria" no solamente a quienes simpatizan con estos grupos subversivos, sino también a jueces, políticos y personas del común que osen cuestionar la gestion de Álvaro Uribe o de los miembros de su equipo de gobierno.
En ambos casos, se puede tratar tanto de enemigos inventados, o de enemigos reales sobredimensionados.
3. Recepción sin crítica de las expresiones en la opinión pública de la persona admirada
Algo que ha caracterizado tanto a Chávez como Uribe es su lenguaje, cargado de palabras fuertes, acompañado por un tono de voz alto, en busca de darle "fuerza" a sus palabras. Los chavistas aplauden ante cada discurso contundente de Chávez contra lo que ellos llaman "El Imperio" y contra sus contradictores. Es la misma sensación que produce en los uribistas cada discurso de Uribe encaminado a denunciar a los que él llama "enemigos de la Patria".
4. Persecución de los críticos
Si bien no se tienen datos de desapariciones o asesinatos, la persecución a los detractores en ambos países es notoria, siendo comunes los peyorativos y apodos ofensivos.
En Venezuela, los chavistas tildan a los opositores de Chávez de "esbirros del Imperio" y similares. Sin embargo, el término "majunche" (en Venezuela se denomina así a una persona mediocre) es muy común entre los chavistas para llamar a sus contrapartes.
En Colombia, es común que los uribistas tilden a sus contrapartes ideológicas de "guerrilleros", "comunistas", entre otros. Sin embargo, el término más común usado por los uribistas es el de "mamerto".
5. Mimetizar la figura del líder con el Estado
Se trata, en resumen, de afirmar que la presencia de un líder, o al menos la continuidad de sus ideas, es esencial para la integridad de la Patria.
Para los chavistas, con Chávez o sin él, es fundamental que en caso de que éste llegue a faltar, su proyecto socialista siga en pie. Así mismo, los uribistas esperan la continuidad de las políticas de Uribe (o los "tres huevitos" de los que tanto habla), de ahí a que tengan una posición muy crítica con el actual mandatario, Juan Manuel Santos.