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Staff Retirado Con Honores Denunciante Dorado 
|  En busca de la antigua Tartesos
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 | Un grupo de investigadores españoles cree haber descubierto en Doñana la ubicación de la antigua civilización perdida de Tartessos.
Hablar de Tartessos es como hablar de nuestra propia Atlántida. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con el mito de Platón, del que solamente aparecen dos referencias en los Diálogos del filósofo clásico, Tartessos tiene nombre, historia y tesoros tan espectaculares como el de Carambolo. Aunque no existan referencias sobre su ubicación, las alusiones grecorromanas e incluso bíblicas a de esta enigmática civilización, que se desarrolló entre los siglos X y VI a.C., cuentan con el peso suficiente para justificar su búsqueda. No obstante, nadie ha conseguido localizar su emplazamiento exacto en el suroeste de la Península Ibérica, cerca del mítico río Tartessos (¿Guadalquivir?), en un triángulo formado por Cádiz, Huelva y Sevilla.
El último lugar propuesto como posible ubicación de Tartessos es Doñana. Junto a la marisma de Hinojos, identificada en 2004 con la Atlántida, se han encontrado pruebas que justifican una investigación más a fondo. Gracias a las fotografías aéreas en las que aparecen estructuras circulares y rectangulares (¿edificios?) y a los sondeos electromagnéticos del subsuelo, los científicos españoles Sebastián Celestino, Juan Villarías y Ángel León han descubierto que lo que se creía que siempre había sido una laguna no lo fue en la antigüedad. Todo ello ha supuesto el último impulso de un rastreo arqueológico que, complementado con los restos tartéssicos descubiertos en las inmediaciones, se va a realizar este verano en busca de la ignota cultura de Tartessos.
¿EXISTIÓ TARTESSOS?: UNA CULTURA HÍBRIDA
Heródoto y Plinio, entre muchos otros autores, mencionan Tartessos en sus libros. Con estas fuentes y los hallazgos existentes, el arqueólogo alemán Adolf Schulten (1870-1960) fue el pionero en intentar averiguar, sin éxito, el emplazamiento exacto en el que se desarrolló esta cultura. Los infructuosos resultados de las excavaciones llevadas a cabo en el último siglo hacen pensar a muchos arqueólogos que Tartessos no fue una sofisticada cultura híbrida de iberos y fenicios, sino algo mucho más modesto, y que no poseía un asentamiento concreto.
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