Además de las pirámides que pueden seguir apareciendo en los complejos arqueológicos, no debemos dar la espalda a un hecho significativo: aún no conocemos la naturaleza de las 118 pirámides conocidas. A estas alturas del debate, no tiene mucho sentido entrar en la polémica sobre las cámaras que todavía quedan por descubrir en la Gran Pirámide de Keops. Sería un ejercicio de especulación y más cuando son miles las páginas que se han escrito sobre ello. Sabemos que hay una serie de puertas al final de los canales norte y sur que parten de las paredes de la Cámara de la Reina, pero todavía las autoridades egipcias no han encontrado el momento oportuno para realizar la investigación pertinente.
Más interesante, relacionado con el faraón Keops, es el deseo de rescatar la segunda barca solar de este faraón, descubierta hace décadas en la cara sur de la pirámide. Junto al conocido Museo de la Barca, una nave de metal cubre el paso a una enorme habitación excavada en el suelo en la que se conserva una segunda barca de madera de cedro que el faraón debía utilizar en su viaje al Más Allá. La embarcación fue descubierta en la década de 1950, pero no se constató el valor del hallazgo hasta que en 1987 un equipo de National Geographicexploró con una microcámara el interior del recinto.
Ahora, un equipo japonés liderado por el egiptólogo Jiro Kondo quiere hacer lo mismo que se hizo hace cinco décadas con la barca gemela: abrir el agujero, tratar las piezas del puzzle que forma la barca y reconstruirla. Pero son muchas más las construcciones piramidales que todavía no han dicho la última palabra. Esto podríamos decir de las nuevas habitaciones descubiertas en la pirámide de Meidum, mandada construir por el faraón Huni –recordemos: el último soberano de la III dinastía– y finalizada por Esnofru, primero de la IV y padre de Keops.
En el año 2000 un equipo francoegipcio descubrió, gracias al empleo de endoscopios de fibra óptica, dos pequeñas habitaciones cubiertas por una bóveda falsa. Al parecer, en paralelo y por encima del pasillo descendente que se utiliza para llegar hasta la cámara funeraria, existe otro pasillo que hasta ahora había permanecido ignorado. La primera, llamada Cámara Sur, tiene 2,6 m de ancho, 3,5 m de largo y 2,1 m de alto. Al perforar el antiguo canal descendente los investigadores franceses descubrieron la presencia de una cámara más, llamada Cámara Norte, similar a la anterior y que conecta con un canal o pasillo nuevo descendente de más de 15 m.
La reciente rehabilitación de la pirámide del faraón de la V dinastía Sahure, en la necrópolis de Abusir, ha permitido a los arqueólogos conocer mejor la estructura interna del monumento. El hundimiento del techo en varios tramos de la entrada hacía inviable el acceso a la cámara sepulcral. Hoy se ha conseguido limpiar y consolidar las zonas peligrosas y el acceso a la cámara más íntima de la pirámide está casi desbloqueado.