La joven estrella del pop, que actualmente vive un apasionado romance con el cantante británico Harry Styles, admite que su optimista visión de las relaciones sentimentales procede de las historias de amor que solía leer en sus años de adolescencia, un tipo de literatura de ficción que con frecuencia le ha dejado decepcionada tras comprobar en primera persona que la realidad no siempre proporciona finales felices.

“Es bastante frustrante descubrir que esa imagen idealizada del mundo que se refleja en los cuentos casi nunca concuerda con los episodios de la vida real. Cuando era más joven solía leer muchas historias de ficción sobre amores idílicos, lo que estimuló mucho mi imaginación y creó ese pequeño mundo paralelo que tengo dentro de mí”, confesó a la edición británica de la revista OK!

“Yo era una niña bastante solitaria en el colegio, y no tenía otro sitio al que acudir que a mi propio universo interior. Hay un momento en el que todos queremos creer que existe la persona y la relación perfecta, aunque con el tiempo te das cuenta de que ese objetivo es normalmente algo ilusorio”, añadió.

La artista country también reconoce que su historial de noviazgos fallidos -que incluye breves idilios con el actor Jake Gyllenhaal, el músico John Mayer y el joven Conor Kennedy– le ha ayudado a desarrollar un enfoque más “cínico” sobre las relaciones sentimentales, que le sirve para prepararse de antemano ante las inevitables rupturas.

“Pienso que es importante ser positivo y optimista sobre el amor, de otra forma podrías convertirte en una persona desconfiada y sin emociones. No obstante, a medida que maduras empiezas a adoptar una posición en la que la fe y el pragmatismo se encuentran equilibrados, y tratas de no hacerte demasiadas ilusiones ante una historia de amor que posiblemente no termine bien”, concluyó.