La técnica de la fotografía infrarroja consiste en, básicamente, hacer fotos con la luz que no vemos.
Se trata de usar la luz que está por fuera del espectro de que son capaces de ver nuestros ojos, es decir, la luz "invisible", para crear imágenes surrealistas, extrañas, y que parecen retratos de fantasía.
Esto se logra en la actualidad por medio de filtros infrarrojos que excluyen la radiación ultravioleta así como gran parte del espectro luminico visible, dejando penetrar en el objetivo de la cámara solamente el espectro infrarrojo. Sin embargo, los mejores resultados con esta técnica aún se consiguen con cámaras análogas adaptadas con películas infrarrojas que resistan el pasode las sensibilidades adecuadas para las fotografías infrarrojas.

El trabajo del fotógrafo francés David Keochkerian con fotografías infrarrojas muestra paisajes bizarros, que parecen salidos de las ilustraciones del Dr. Seuss.








Las ilusión de contrariedad en las estaciones (árboles de invierno en verano, hojas de otoño en cielos de primavera...) son una de las mayores bondades que plasma el fótografo francés.