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Denunciante Ultra
 |  Manchester United: El rival que descubrió a Mourinho
Calificación: de
5,00
 | El técnico portugués sacó de sus casillas a Alex Ferguson en los octavos de final de la Liga de Campeones que ganó el Oporto  De alguna forma regresa José Mourinho al inicio de su camino en los banquillos contra el Manchester United, rival del Real Madrid en los octavos de final de la Champions League. El técnico portugués, un desconocido entonces al frente del Oporto, dejó huella al derrotar al conjunto inglés en la temporada 2003-04. El partido de vuelta de Old Trafford que selló la clasificación está entre sus momentos favoritos. Su leyenda comienza en Old Trafford. La temporada del doblete de Rafa Benítez con el Valencia, la de aquel «Super Dépor» que se plantó en semifinales después de derrotar al Milán y la del fracaso del Real Madrid de Carlos Queiroz en Mónaco abrió también el camino a la cumbe de José Mourinho, responsable de la segunda Copa de Europa de la historia del Oporto. Desconocido para el gran público, Mourinho sacó de sus casillas al equipo inglés y en particular a Alex Ferguson, por entonces ya una institución en el equipo de Manchester. Fue una eliminatoria muy tensa, al borde del ataque de nervios los ingleses al verse superados por un equipo señalado como «cenicienta» en el sorteo. El partido de ida, jugado en Portugal, fue una guerra. Ganó (2-1) el equipo portugués entre las quejas del Manchester United por el presunto comportamiento antideportivo del Oporto en un choque marcado por la expulsión de Roy Keane por un pisotón a Vítor Baía. «El portero exageró, no es el estilo de Roy», expuso Ferguson, en línea con las críticas de la prensa británica contra las fingidas faltas de los lusos. La leyenda cuenta que Ferguson, fuera de sí ante semejante espectáculo, negó la mano a Mourinho en el túnel de vestuarios. Los intentos de Ferguson por rebajar el ambiente de cara al partido de vuelta toparon con el discurso incendiario de Mourinho. «Piensan que son mejores que nosotros, que son favoritos -no solo para este partido sino para toda la competición- así que es muy díficil para mí comprender por qué están tan preocupados», dijo el técnico en la rueda de prensa previa. «Lo único que tienen que hacer es derrotarnos y volveremos a casa con una sonrisa. Así de sencillo. Lo que pasó con Roy Keane no es mi problema, es un problema de Keane, Ferguson y los responsables del United», sentenció Mourinho.  El partido de vuelta fue otra batalla, una noche muy tensa con el público entregado en cada jugada. Cada vez que Baía tocaba el balón llovían los gritos, cuando un jugador del Oporto iba el suelo la grada lo jaleaba. Fiel a la ironía británica, "The Guardian" presentó al equipo portugués como FC Divers, es decir, el equipo de los piscineros. A la media hora marcó Paul Scholes. El gol metía al United en cuartos de final, pero el equipo de Mourinho jamás bajó los brazos. Al filo del descanso llegó el segundo tanto de Scholes, anulado por un fuera de juego que solo vio el juez de línea. El fuego crecía. Parecía tener bajo el brazo el billete a la siguiente ronda el United hasta que, en el último minuto, Phil Neville concedió una falta al borde del área. Benni McCarthy puso el balón en el área, Howard dudó y Costinha, muy oportuno, envió la pelota a la red. El Oporto había eliminado al United. Mourinho, incapaz de contener su alegría, corrió la banda y celebró el gol como él mismo hubiese marcado. Una imagen imborrable que marca el inicio de la leyenda de Mourinho. (Aquella temporada debutaba Cristiano Ronaldo en el Manchester United. Llegó como una promesa de futuro y dejó algunos destellos sobre el campo, pero su rendimiento irregular le condenó al banquillo en muchos partidos, criticado por su fragilidad y sus malabarismos, todavía demasiado verde para marar diferencias. Ferguson le dio minutos a un cuarto de hora del final, pero a los seis minutos se retiró del campo lesionado. ) ABC
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