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|  Así recibieron los mayas el esperado 21 de diciembre
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 | Así recibieron los mayas el esperado 21 de diciembre  Vestido de Aztecas guerreros danzan en frente de la pirámide de Kukulkan en Chichen Itza. Con un ritual hicieron una invitación a la reconciliación con la naturaleza y con las personas. "Que florezca la luz, que florezca la luz", canta Stella Flórez Ramírez, una abuela maya, arrodillada a los pies del templo de Kukulkán, en la ciudadela de Chichen Itzá, en el estado mexicano de Yucatán. Esparce incienso en el aire con lo ojos cerrados. Tiene un vestido blanco y sobre su pelo canoso serpentea su penacho, o corona de plumas de pavo.
"Ellos están aquí y para ellos es esta ceremonia", cuenta la mujer. Se refiere a los ancestros mayas que, según ella, no solo construyeron estas pirámides con las manos sino con el espíritu.
A esta sabía maya la acompaña un grupo de 40 personas, todas ataviadas con la indumentaria de esta civilización, en un ritual previo a la celebración del fin del calendario maya, o de la cuenta larga, como se le conoce en esta cultura. Se prevé que el cierre del ciclo del 13 B'acktun -como se conoce al calendario maya-, era que dura 5.200 años, ocurra a las 6:26 de la mañana.
Y aclara: "No va a ser el fin del mundo. No va a ocurrir ningún cataclismo. Va a ser el final de un ciclo y el comienzo de otro".
Octokiani es una británica de 30 años que sigue con devoción la ceremonia. Viajó desde Londres porque está convencida de que lo que ocurrirá será trascendental para la humanidad. La acompañan cuatro amigas.
"Vamos a sentir una conexión con el mundo espiritual y la Madre Tierra", dice la joven con un español enredado.
A Chichen Itzá, Cobá, Tulún y Uxmal, entre otras zonas arqueológicas mayas, han llegado miles de viajeros atraídos por la polémica y malinterpretada profecía maya.
Buscan recargarse de energía y aprovechar el momento cósmico. Se respira un ambiente místico que logra contagiar a los presentes. Se estima que en México y en los demás países donde tuvo presencia esta civilización, unas 300 mil personas van a estar conectadas en una jornada de meditación.
Entre los forasteros hay desde colombianos, pasando por africanos y musulmanes. Realmente ya hay mucha información y no hay ninguna paranoia por un evento apocalíptico. Sin embargo, hay algunas organizaciones como Síntesis 2012, conformado por unos 150 extranjeros, ente europeos y estadounidenses, que esperan apreciar manifestaciones extraterrestres. Alquilaron todo un hotel para ellos en Chichen Itzá.
"Vamos a presenciar un encuentro con seres de otras galaxias", suelta Mike Miller, neoyorquino de 22 años.
"Es sencillo: lo que predijeron los mayas es que el 21 de diciembre de 2012 acabará un ciclo de guerra y oscuridad, y que llegará una era nueva y buena". Eso lo explica Lucía Albarrán, abuela de esta civilización al invitar a toda la humanidad, independientemente de las culturas y la religión, a abrir sus corazones y a conectarse con el 'fin de la cuenta larga'. "Todos vamos a sentir que en el ambiente, en la atmósfera, hay una energía renovadora que nos llenará de paz", añade, Ollin Olochyn es un abuelo maya, de 70 años, orgulloso de sus ancestros. "Ni la Nasa, con todos sus millones, ha logrado tener un calendario tan preciso como el de mis abuelos mayas", opina el hombre, de una abundante y larga cabellera blanca al exaltar los aportes de su cultura en la astronomía.
Este viernes, afirma, hay que desarmarse para recibir un regalo espiritual. 'Hay que mirar hacia adentro, eliminar los miedos, apegos y egos, y avivar la luz que todos llevamos adentro". FUENTE: eltiempo.com
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