UNA TORTILLA DE PEREJIL…
La pseudogestación, o como se le llama habitualmente “embarazo psicológico”, es un trastorno que ocurre con relativa frecuencia en nuestras perras. Aparece en hembras que, tras el celo, no han quedado preñadas, pero en las que se produce una disminución de la actividad del cuerpo lúteo, con la consiguiente bajada de progesterona y aumento de la síntesis de prolactina. La perra mostrará los mismos signos que si en realidad hubiese parido (adopción de objetos inanimados como si fuesen su camada, aparición de leche en las mamas, cambios en el comportamiento...) Esto sucede aproximadamente a las 6 a 12 semanas del último celo (aunque pueden existir variaciones en estas fechas) .
Aunque las alteraciones que suceden en nuestras perras pueden ocasionar ciertas molestias (más o menos intensas y/o graves en función de cada animal), lo cierto es que se trata de un proceso normal en la naturaleza, que ha servido a los perros a lo largo de la evolución para permitir que las manadas ayuden a la cría de los cachorros de la hembra alfa o dominante.
Suele ser más frecuente en perras de más de 2 años, que no han sido montadas ni preñadas y con un alto instinto de reproducción y/o maternal, lo cual no quiere decir que una hembra que ya haya parido no pueda tener uno o varios cuadros de pseudogestación. También puede aparecer tras un fallo en la monta.
Realmente es una de las conductas "anómalas" de mejor pronóstico ya que no precisa de una terapia especializada, siendo necesaria la ayuda farmacológica cuando:
- la producción de leche es excesiva
- se desarrolla un cuadro de mastitis, con dolor en las mamas
- cuando el comportamiento de la hembra es intolerable (agresividad maternal).
Una perra puede sufrir de pseudogestación después de cada celo. El que quede gestante en uno de ellos no impide que en sucesivos celos pueda padecer del mismo trastorno.
Resulta curioso que, muchos educadores y etólogos, han apreciado que las perras con pseudogestación presentan una capacidad de aprendizaje más lenta, por lo que esta etapa no es aconsejable exigir mucho a las hembras en cuanto a adiestramiento, educación o entrenamiento.
TRATAMIENTO.
Podemos encontrar tres supuestos.
- Procesos leves que pueden pasar solos, en ellos no será necesario el tratamiento.
- Procesos con alteraciones del comportamiento intolerables a pesar de una producción láctea leve o moderada, en este caso puede resultar aconsejable la administración de fármacos adecuados antiprolactínicos.
- Cuadros de fuerte producción láctea, con dolor en las mamas o/y infección secundaria asociada. En estos casos, además de los antiprolactínicos, puede estar recomendada la administración de antibioterapia adecuada y diuréticos.
La pseudogestación no es inductora de tumores (ni de mama, ni de ovario, ni de útero), ni de procesos infecciosos como la piómetra.
El método definitivo para los casos de pseudogestación repetitiva es la esterilización.
La pregunta es…¿y lo de la tortilla de perejil?
Para explicar su uso primero mencionaremos unos apuntes sobre sus propiedades.
El perejil es un alimento rico en vitamina C, vitamina A, hierro, fósforo y magnesio. Pero además tiene poder curativo y preventivo de enfermedades, ya que:
- es un diurético
- tiene capacidad de eliminar la grasa corporal
- regula el tránsito intestinal
- elimina gases digestivos
- estimula la musculatura uterina, útil para la recuperación tras el parto
- mejora funciones hepáticas
- externamente tiene capacidad para calmar las picaduras de insectos, heridas y contusiones.
- Tiene propiedades abortivas (no usar durante el embarazo!)
- Estimula la menstruación, también es vasodilatador y tonificante.
En la pseudogestación su uso estaría indicado por su capacidad diurética, es decir, al conseguir eliminar líquidos retenidos ayuda a diminuir la producción láctea, reducir el edema mamario y, por tanto, calmar el dolor asociado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para que tenga esos efectos, es necesaria la ingesta de una considerable cantidad de perejil, además de con cierta frecuencia.