Denunciante Ultra
 |  La eterna juventud de Francesco Totti
Calificación: de
5,00
 | De la mano de Zeman el italiano vuelve a ser la bandera de la Roma. Está a cuatro goles de superar a Nordhal como segundo máximo goleador de la historia del «calcio»  «¿Quiénes son los cinco mejores futbolistas italianos? Totti, Totti, Totti, Totti y Totti», la frase del bohemio Zdenek Zeman, todavía entonces técnico del Foggia, penúltimo destino antes de la Roma, delata el cariño de uno de los entrenadores más carismáticos del fútbol italiano hacia Francesco Totti, que vive a sus 36 años otra etapa dulce. Impasible ante el paso del tiempo, como un dios griego, «Il Capitano» vuelve a ser la cara de la Roma de Zeman, siempre entrenenida, con la remontada por rutina, que ocupa puestos europeos después de cuatro victorias consecutivas. Empequeñecido el otro ídolo del Olímpico, Daniele de Rossi, enfrentado con el técnico checo, Totti, titular en todos los partidos de esta temporada, vuelve a ser gigante con sus goles. Dos marcó ante la Fiorentina para quedarse a cuatro del registro del sueco Gunnar Nordahl, segundo máximo goleador de la historia de la Serie A. Los números de Totti son tremendos porque así lo es su carrera, de una sola camiseta, amor eterno en un fútbol entregado a los millones. El romano, 656 partidos oficiales, ha marcado a 103 porteros distintos a lo largo de su carrera desde su debut el 28 de marzo de 1993 en Brescia. Desde entonces ha llovido de todo. Totti ha levantado una Liga, la tercera en la historia de la Roma, un par de Copas de Italia y el Mundial de Alemania de 2006 que le coronó como uno de los grandes. Pero el gol que mejor define a Totti llegó la década pasada, en el Europeo del año 2000, cuando Italia y Holanda se jugaban el pase a la final desde la tanda de penaltis. «Tengo miedo», le confesó Di Biagio, sensación imposible para un tipo como Totti. «Nun te preoccupà, mo je faccio er cucchiaio», dijo Francesco en romanesco cerrado, avisando que batiría al enorme Van der Sar con la «cuchara», similar gesto técnico que encumbró a Panenka. El gol entró y aquella jugada pasó a la leyenda de Totti, que años más tarde intentó repetir la hazaña con desastroso resultado. Respetado como pocos en el césped por compañeros y rivales, Italia también se ha encariñado de su persona, un tipo auténtico y sencillo, complicada con él cualquier conversación sobre otra cosa que no sea la pelota. «Arde la biblioteca personal de Totti. Solo se han conseguido salvar la mitad de los libros, el otro no estaba coloreado», se repetía la broma por toda Italia. Totti, con un eorme sentido del humor, le dio la vuelta a la situación recopilando todos los chistes en un libro benéfico. ABC
|