Momentos previos a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, los legisladores pertenecientes a las bancadas de izquierda se han manifestado al interior del Congreso de la Unión, debido a que los diputados del ahora partido oficialista PRI, han bloqueado el acceso a la tribuna principal, debido a que temen que sucedan hechos similares a los de hace seis años. teleSUR
Una manta de color negro y la leyenda "México de luto" fue colocada este sábado en el salón de sesiones del Congreso, donde diputados y senadores esperaban la llegada de Calderón y Peña Nieto para la ceremonia constitucional de traspaso de poder, que se desarrollaba en medio de reclamos.
Distintos partidos de izquierda protestaron este sábado durante la juramentación de Enrique Peña Nieto como nuevo presidente de México para los próximos seis años.
Una manta de color negro y la leyenda "México de luto" fue colocada en el salón de sesiones del Congreso, donde diputados y senadores esperaban la llegada de Calderón y Peña Nieto para la ceremonia constitucional de traspaso de poder, que se desarrollaba en medio de reclamos.
"Ha concluído un gobierno espurio y comienza la pesadilla de la imposición, la ilegitimidad, inicia la restauración, la vuelta al pasado", dijo el diputado Ricardo Monreal, de Movimiento Ciudadano y exefe de campaña de Andrés López Obrador, el candidato de izquierda para los pasados comicios del 1 de julio.
"Visto de blanco con un moño negro en señal de luto por los miles de mexicanos asesinados enel qgobierno de Calderón (...). El gobierno que hoy inicia es ilegítimo de origen, no ganó la elección, la compró", dijo en la sesión el diputado del PT , Ricardo Cantú.
Enrique Peña Nieto, anunció el pasado viernes los nombres de los ministros que lo acompañarán a partir de este sábado.
Muchos de los designados formaron parte del equipo de transición que nombró Peña Nieto después de ganar las elecciones de julio; un grupo cuyo objetivo fue lograr un traspaso ordenado de mando desde el Gobierno de Felipe Calderón.
El Partido del Trabajo (PT), el Movimiento Ciudadano y un sector del Partido de la Revolución Democrática (PRD) acusan a Peña Nieto (38,3 por ciento del voto) de comprar al menos cinco millones de votos, deuncias que fueron desestimadas por el Tribunal Electoral. López Obrador sumó 31,7 por ciento de los sufragios.