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Antiguo 16-11-2012 , 14:09:40   #3
AndresG1
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Predeterminado Respuesta: Pesas o Cardio para perder peso? LARGO PERO MUY UTIL




creatina-fosfato + ADP <---> creatina + ATP


(Por cada molécula de fosfato de creatina y de ADP, se obtiene una molécula de creatina y de ATP).


Otra reacción que puede contribuir a la regeneración de ATP es catalizada por adenilato-quinasa.


2ADP <---> ATP + AMP








Las reservas de creatina-fosfato y ATP en el músculo son limitadas y solo pueden proveer energía en un lapso muy breve. La degradación del propio glucógeno muscular es una importante fuente de energía utilizable durante el trabajo anaeróbico.


Se define como glucólisis al proceso de producción de dos moléculas de ATP y dos de lactato (ácido láctico) por cada molécula de glucosa degradada en forma anaeróbica. La glucólisis alcanza gran actividad, hasta consumir los depósitos de glucógeno del músculo. Esto explica porqué el ejercicio intenso no puede sostenerse más de unos 3 minutos. Pero el principal factor limitante es la acumulación de lactato en el músculo. Aunque el flujo sanguíneo aumenta durante el ejercicio, no es suficiente para acarrear todo el lactato que se forma. La acumulación de lactato reduce la glucólisis y por lo tanto limita al músculo para realizar trabajo intenso por mucho tiempo, entre otras cosas.






Deuda de oxígeno: En un esfuerzo anaeróbico, el incremento de la captación de oxígeno por los músculos es insuficiente para oxidar totalmente los sustratos utilizados (cuando habla de sustrato, se refiere a la molécula base que se usa para producir ATP), razón por la cual el aumento del consumo de oxígeno continúa inmediatamente después del trabajo, a fin de completar la oxidación. (se nota en la necesidad de respirar intensivamente después de una serie). Se dice que se ha contraído una "deuda de oxígeno" que se paga al finalizar el ejercicio. La mayor parte del oxígeno se utiliza para oxidar el lactato formado. Éste se difunde desde el músculo a la sangre, es captado por el hígado, el cual lo oxida a piruvato y luego lo convierte en glucosa por vía gluco-neo-génica. La glucosa liberada por el hígado a la circulación puede volver al músculo, el cual la utiliza para regenear los depósitos de glucógeno (ciclo de Cori). La liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que se produce durante el ejercicio no solo promueve la degradacíón de glucógeno muscular, sinó también en el hígado. El nivel de esas hormonas vuelve a sus valores basales (de reposo) unos 5 o 6 minutos después de terminado el trabajo, de modo que durante ese lapso continúa la liberación de glucosa desde el hígado. En el reposo, la oxidación de ácidos grasos, glucosa y cuerpos cetónicos (predominantemente los primeros) genera el ATP necesario para reestablecer los depósitos de creatina-fosfato y además los de glucógeno. El hígado recompone su reserva de glucógeno, en parte utilizando el lactato que le llega desde el músculo.



Trabajo aeróbico:



Cuando el ejercicio es de menor intensidad, el aporte de oxígeno puede ser suficiente para generar, por fosforilación oxidativa, el ATP requerido para el trabajo. La intensidad máxima de trabajo que puede mantenerse mediante producción aeróbica de ATP depende de la capacidad de oxidación del tejido. El límite es impuesto por la cantidad de oxígeno que la sangre libera y que los músculos pueden utilizar por unidad de tiempo. La tasa máxima de captación de oxígeno (VO2MAX) corresponde a ese límite; en adultos jóvenes alcanza valores entre 40 y 50ml de oxígeno / min / kg de peso corporal. Cualquier ejercicio que requiera una cantidad de oxigeno mayor que la VO2MAX, debe recurrir, al menos parcialmente, a la generación de ATP por vía anaeróbica, lo cual implica consumir glucógeno muscular. Durante el ejercicio sostenido el músculo, utiliza aeróbicamente sustratos provistos por sangre, como glucosa, ácidos grasos, y cuerpos cetónicos provenientes del hígado, o ácidos grasos movilizados de la reserva de tejido adiposo; pero también recurre a sus propias reservas de glucógeno y trigliceroles. Desde el punto de vista del consumo de oxígeno, el combustible más eficiente será el que genere mayor cantidad de moléculas de ATP por moléculas de oxígeno consumido. Si se compara la oxidación de glucosa con la de un ácido graso:


Glucosa + 6 oxígenos ---> 6 dióxido de carbono + 1 de agua + 38 ATP

Ácido esteárico + 26 oxígenos ---> 18 dióxido de carbono + 18 de agua + 147 ATP

Puede calcularse que la generación de energía por molécula de oxígeno es alrededor de 11% mayor cuando se oxida glucosa que cuando se consumen ácidos grasos. Por esta razón cuando el ejercicio aeróbico se realiza a una intensidad cercana a la tasa máxima de captación de oxígeno (>90% de la VO2MAX), se usa preferentemente glucosa y se consume glucógeno muscular. Por otra parte si se considera el rendimiento de ATP por unidad de peso de combustible, los ácidos grasos son 30 a 50% más eficientes que la glucosa. Ejercicios en los cuales el consumo de oxígeno es del 60% o menos de la VO2MAX, se utilizan preferentemente ácidos grasos, lo cual permite un mayor rendimiento del combustible y un trabajo sostenido por más tiempo, ya que las reservas de grasas son notablemente más grandes que las de glucógeno. A medida que el consumo de oxígeno se aproxima a la VOMAX aumenta progresivamente la proporción de ATP generado a partir de la oxidación de glucosa, a fin de mejorar el rendimiento del oxígeno consumido. La oferta de combustible en al músculo durante el ejercicio está regulada por la acción de un conjunto de hormonas. Cuando el esfuerzo muscular alcanza cierta intensidad, se produce la liberación de catecolaminas (adrenalina, noradrenalina). Además de estimular la actividad cardíaca , dichas hormonas activan la degradación de glucógeno en el músculo (glucogenólisis), la degradación de grasas (lipólisis) en el tejido adiposo y contribuyen a activar la liberación de glucógeno hepático. La magnitud del aumento de las catecolaminas en sangre es proporcional a la la intensidad y duración del ejercicio. Otra modificación hormonal notable es la disminución de los niveles de insulina en plasma, lo cual provoca la reducción de la síntesis de glucógeno, ácidos grasos y triacilgliceroles. Durante el ejercicio prolongado, o también en trabajos breves pero muy intensos, se produce además la liberación de glucagón, cortisol y somatotrofina (GH). Estas hormonas estimulan la degradación de gucógeno y la formación de nuevo glucógeno (gluco-neo-génesis) en el hígado y la lipólisis en el tejido adiposo. La gluco-neo-génesis en el hígado se hace a expensas principalmente de lactato y alanina, ambos derivados de piruvato que se acumula en el músculo. La oxidación de piruvato en el músculo resulta deprimida cuando se utilizan ácidos grasos y cuerpos cetónicos. La alanina se produce en el músculo por transaminación entre piruvato y glutamato (el glutamato se puede convertir a glutamina) ; la alanina pasa a la sangre y es tomada por el hígado donde se completa el ciclo glucosa-alanina. Preferentemente los alfa-cetoácidos derivados de aminoácidos de cadena ramificada son degradados y utilizados como combustible en el músculo. Durante una actividad prolongada, como la de un corredor de maratón, que se realiza con un consumo submáximo de oxígeno, se utilizan glucógeno y trigliceroles del propio músculo, ácidos grasos libres llegados por sangre, originados principalmente por hidrólisis de trigliceroles del tejido adiposo, glucosa y cuerpos cetónicos liberados hacia la circulación por el hígado. En las primeras fases del trabajo, predomina la oxidación de glucosa derivada del glucógeno muscular y en parte hepático; la estimulación de la lipólisis pronto hace que aumente el aporte y consumo de ácidos grasos, con el consiguiente ahorro en la oxidación de la glucosa. Cuando el ejercicio continua por más de dos horas, la oxidación de ácidos grasos y cuerpos cetónicos predomina marcadamente y se previene la utilización de la glucosa. En pruebas de esfuerzo submáximo prolongadas por más de 6 horas, se ha comprobado que aún subsiste una proporción importante de glucógeno en el músculo, como evidencia del efecto de ahorro que la oxidación de ácidos grasos tiene sobre el consumo de la glucosa. La disponibilidad de glucógeno en el músculo es uno de los factores que determinan la duración del esfuerzo. Cuando se agotan los depósitos de glucógeno, el ejercicio debe ser reducido en intensidad, o detenido.



Efecto del entrenamiento:




En un sujeto entrenado físicamente, aumenta la síntesis de proteínas en el músculo esquelético, y cardíaco, y se incrementa la vascularización del tejido muscular. La hipertrofia de miocardio mejora el suministro de sangre a los tejidos periféricos. En el músculo esquelético, el número de mitocondrias se duplica o se triplica, lo cual aumenta considerablemente la capacidad para oxidar sustratos. El contenido de mioglobina se incrementa y por ende, también la capacidad de almacenamiento y transporte de oxígeno en la célula muscular.





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"Toda partícula que vuela, siempre encuentra un ojo abierto"

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