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Antiguo 07-11-2012 , 20:54:12   #2
PEDROELGRANDE
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Predeterminado Respuesta: La invariable política exterior de EE.UU. hacia América Latina

La guerra permanente contra Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega se va a mantener. Es más, la crítica de Obama a Romney por tener una política exterior de los años 80, hay que llenarla del contenido que el candidato demócrata no se atrevió a hacer ante las pantallas de televisión, en parte porque esa política no ha sufrido la mayor variación estructural en el período de su administración.

El hilo conductor de esa política es la estrategia de la guerra de baja intensidad para América Latina, concebida por Reagan en los 80 y resignificada después por Clinton, los Bush y Obama a través del Plan Colombia, la Iniciativa Regional Andina, la Iniciativa Mérida y desde hace poco la Alianza Pacífico. Esto significa la combinación de medidas políticas, económicas, ideológico-culturales y militares conducentes a “revertir” los procesos revolucionarios haya donde hubiesen triunfado o a evitar la expansión de su ejemplo en otros países donde el poder político de las clases dominantes aliadas a Washington esté en peligro de ser conquistado por los nuevos enemigos.

Por eso no es un desliz la afirmación del candidato republicano de que Rusia es el principal enemigo de Estados Unidos o que hay que apostar por América Latina como una alternativa a China.

En realidad, ese punto de vista más que una confusión respecto del ex país socialista y de ser un halago para Latinoamérica, es el preaviso de la profundización de una estrategia que ya está en marcha en plena administración demócrata.

Parte sustantiva de esa estrategia es la llamada “Guerra Internacional contra las Drogas” que no solo que ha fracasado por su énfasis represivo en los países productores de coca y la tolerancia en los países consumidores, sino que ha servido en la mayor de las veces como pretexto de intervención política y militar de los Estados Unidos.

Obviamente de ese tema ambos candidatos prefirieron no opinar, lo que equivale a decir que existe una plena coincidencia de que esa concepción antidrogas seguirá vigente, a pesar de que un informe emitido por expresidentes de varios países de América Latina afectados por este flagelo (Bolivia, Colombia, Perú y México) y otros especialistas concluye, luego de un largo balance, que esa estrategia de cuatro décadas ha fracasado.

Vayamos por partes. Para los políticos estadounidenses la férrea oposición rusa y china a intervenir en Siria e Irán es algo que obstruye sus planes de recolonización de parte del África y Asia, pero además que configura un escenario geopolítico que no se esperaban a más de dos décadas del derrumbe de un mundo bipolar.

Por lo tanto, hay que ver América Latina, bastante rica en yacimientos hidrocarburíferos, mineralógicos y gasíferos, así como de reservorios de agua dulce, oxígeno y biodiversidad, como un territorio atractivo para un capitalismo estadounidense en crisis. Pero no solo para EE.UU. El capitalismo central requiere retornar, bajo el liderazgo de EE.UU., a ciertas formas de acumulación originaria (recursos extra-económicos de acumulación de capital) para encontrar una salida a la crisis multidimensional que no ha podido ser resuelta a pesar de los encuentros del G-20 en Londres, Seúl y Cannes.

Pero lo que se opone entre esos recursos naturales que Estados Unidos ve como suyos y los planes de demócratas o republicanos, son pueblos y gobiernos que en más de doce años han construido soberanías, dignidades y un tejido de voluntades con múltiples perspectivas emancipadoras.

Por tanto, como varias veces se ha señalado, América Latina es escenario de disputa intensa entre una tendencia emancipadora –la tercera desde la invasión europea- y la dominación, cuyas formas solo han cambiado de ropaje.

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