Esculturas de bronce y mármol blanco de Fernando Botero se exponen en la galería Marlborough de Nueva York para mostrar la esencia más íntima del artista colombiano a través de sus figuras humanas voluminosas llenas de sensualidad y sus representaciones animales.
La exhibición, que estará abierta al público hasta el 1 de diciembre y que conmemora el ochenta aniversario del artista, está compuesta por diecinueve obras realizadas entre 2001 y 2011.
Las figuras expuestas, de tamaño medio y pequeño, muestran la faceta más íntimas de Botero, ya que gran parte de ellas no habían sido mostradas al público hasta el momento.
Según señaló a Efe el director de la sala, Pablo Vallecilla, a través de esta selección “el público podrá ver cómo el artista se reinventa siendo fiel a su estilo: los volúmenes, las figuras sensuales y los animales”.
Botero nació en la ciudad colombiana de Medellín en 1932, y sus obras han sido expuestas en museos de todo el mundo.
En todas sus figuras humanas, se plasma uno de los rasgos más personales del artista: la ausencia de rasgos faciales que eliminan personalidad a sus representaciones.
Según explicó el propio Botero, prefiere no personalizar sus esculturas porque lo que le preocupa es “crear superficies lisas y redondeadas que hagan hincapié en la sensualidad”, un lenguaje que más considera “universal”.