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freeyon
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Predeterminado Respuesta: !Bogotá está carísima!




¿Por qué no para la propiedad raíz?

Y como si esas no fueran suficientes razones para que los precios de Bogotá estuvieran altos, los anuncios del alcalde Gustavo Petro de densificar la ciudad y evitar que se siga expandiendo en la periferia estimulan aun más la subida de los precios. El alcalde, por un lado, planteó que los constructores tendrían que destinar un porcentaje de sus ganancias o de sus proyectos para subsidiar vivienda de interés prioritario (VIP) -lo cual, según dijo el ministro Germán Vargas, hizo caer en 41 por ciento la expedición de licencias de construcción en Bogotá-, y por el otro lado, limita el uso de la tierra al no permitir la expansión al norte. En otras palabras, Petro, aunque sus funcionarios lo nieguen, también puede haber puesto su granito de arena para que se mantenga el alto precio de la tierra y de las viviendas. Por eso no es extraño que se den casos que rayan con lo extravagante. "Hace cuatro años queríamos comprar un edificio abandonado en Chapinero y me cobraban 800 millones por él, ahora como la tierra está escasa están pidiendo 3.800 millones de pesos", contó a SEMANA un hombre que se dedica a comprar edificios viejos para remodelarlos.

La disparada en los precios inmobiliarios ha llegado a tal punto que Anif habla de una burbuja en el sector inmobiliario. Sin embargo, hay muchos que creen lo contrario. La presidenta de Fedelonjas, Nadia Morales, dice que no hay burbuja porque la relación del crédito hipotecario versus el PIB es muy baja -está en 3,6 frente al casi 10 que alcanzó antes de la crisis hipotecaria de los años 90-y la morosidad no supera el 3 por ciento, lo que significa que los compradores están pagando las deudas. "El problema es de oferta por la falta de suelos y una demanda fuerte de vivienda, lo que hace que los precios estén al alza", anota la dirigente gremial.
Aunque el metro cuadrado más costoso está en el norte, también se han registrado fuertes incrementos en localidades como Bosa, Suba y Ciudad Bolívar, que han visto duplicar o triplicar el valor del suelo. "En Bogotá, los apartamentos de 30 millones no existen, ni siquiera los de 50", explica una empleada doméstica que lleva dos años buscando donde poner sus ahorros. Sergio Clavijo, presidente de Anif, dice que ese auge del mercado inmobiliario puede tener una destorcida si los precios del crudo caen a niveles de 60 dólares. "Los que van a morder el polvo son los de ingresos altos que pensaban que sus viviendas valían como en la Costa Azul", concluye.

Si bien es posible que en las actuales condiciones el precio de la propiedad raíz se mantenga por varios años, la advertencia no deja de ser válida. Esos indicadores que está mostrando Bogotá tienen dos caras. En la superficie está la Bogotá vigorosa, que cambia de una ciudad normal suramericana a una más cosmopolita. Pero en el fondo, hay también una gran fragilidad en sus instituciones y preocupantes desigualdades.

Además de graves atrasos en materia de movilidad y seguridad. De hecho, si se trata de hablar de 'rankings', The Economist también publicó en agosto el de las mejores y peores ciudades para vivir: y de una lista de 140 capitales del mundo, Bogotá ocupó un deshonroso puesto 111 al lado de Caracas y Ciudad de Guatemala. Y a estos precios… La quinta avenida de Bogotá Cuando se habla de tiendas de lujo se piensa de inmediato en la Quinta Avenida de Nueva York, Bond Street en Londres o la Avenida Montaigne en París. Sin embargo, los colombianos aún no se han percatado que la Zona T y el Centro Andino de Bogotá se están convirtiendo en algo muy parecido, o por lo menos en el albergue de tiendas. de lujo que nunca Colombia se había imaginado llegar a tener. Y que de hecho, muy pocas capitales del mundo poseen.
“De acuerdo con nuestra investigación de mercado más reciente, Colombia está lista para superar a Brasil en 2014, en términos de tasa de crecimiento de su mercado de lujo”, escribió el pasado 17 de octubre, en su página web, CPP, una firma consultora europea especializada en el mercado de lujo.

Y explica que el comercio de lujo ha crecido 20 por ciento este año en Bogotá. Gracias a que en un solo año llegaron marcas exclusivas como Salvatore Ferragamo y Coach (directamente operadas por la marca) y Longchamp, Vilebrequin y Armani Exchange (por franquicia). Además, explica que Hugo Boss y Montblanc han doblado su presencia también en 2012. A estas marcas se le suman Louis Vuitton y Loewe que aterrizaron también en los últimos años.

El naciente mercado de lujo no es parte del fenómeno del aumento del costo de vida en Bogotá, no obstante, en algunos puntos se conectan. Los problemas políticos de Venezuela y los económicos de Argentina han volcado buena parte de ese mercado que tenían Caracas y Buenos Aires a Bogotá.

El desempeño de las tiendas de lujo en el último año ha sido sorprendente para los especialistas.

Tiendas como Montblanc o Cartier tuvieron ventas muy por encima de los 1.000 millones de pesos en solo diciembre. Y otras tiendas como Glausser vende la línea de relojes Breguet (entre 20.000 y 50.000 dólares), Maserati vende entre tres y seis Ferraris al año (500.000 dólares cada uno) o Le Collezioni vende, entre otras, chaquetas de cuero de 10 millones de pesos (tres en promedio al mes). “El resultado excepcional de las tiendas de Cartier y Bulgari ha motivado a varias marcas a abrir ‘boutiques’ en Bogotá. Tres de las más grandes marcas de lujo en el mundo están explorando el mercado para entrar”, anota la firma consultora.

No es extraño que el arriendo de un local comercial en Bogotá sea de los más costosos de América Latina, según un reciente estudio de la firma Colliers International. Mientras en el Centro Andino el metro cuadrado para arriendo está en 256 dólares, en promedio, en Sao Paulo –una de las 12 ciudades más caras del mundo– está en 122 dólares, en Buenos Aires en 95 dólares y en Santiago y en Panamá en 62 dólares. El arriendo de un local comercial en Bogotá vale más que en Vancouver, Montreal, Miami, Washington, Oslo o Dubái.

Fuentes
m.semana.com/nacion/bogota-esta-carisima/187162-3.aspx

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