Ver Mensaje Individual
Antiguo 18-10-2012 , 16:06:12   #45
ALBAFIKA DE PISCIS
Denunciante Bronce
 
Avatar de ALBAFIKA DE PISCIS
Me Gusta
Estadisticas
Mensajes: 10.595
Me Gusta Recibidos: 3197
Me Gustas Dados: 521
Ingreso: 28 mar 2008

Temas Nominados a TDM
Temas Nominados Temas Nominados 13
Nominated Temas Ganadores: 0
Reputacion Poder de Credibilidad: 136
Puntos: 229266
ALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputaciónALBAFIKA DE PISCIS tiene reputación más allá de la reputación
Premios Recibidos

  
PixelSHERLOCK Finished Respuesta: Asesinos en serie megapost

Prosiguió sus correrías por la Costa Azul, asesinando a una dama de unos 40 años que le llevó a su lujoso chalet; ella se empeñó en que durmiera abundante y él, contrariado, le machacó la cabeza con una piedra.

Le robó el dinero y las alhajas. Igual que haría con un hombre que, al verlo dormido en la playa, se ofreció a que lo hiciera en su casa; tras invitarle a cenar, intentó mantener relaciones sexuales con él. Un apretado cable alrededor del cuello del anfitrión puso fin a su “generosidad”. Curiosamente “el estrangulador del Puerto” aportó un dato que ayudó a la INTERPOL a cargarle la autoría del crimen. Recordó que, al mantener contacto íntimo con su víctima, se quedó dentro del recto de ésta el vendaje que le cubría el dedo con el que le penetró. El informe del forense establecía que, efectivamente, al hacerle la autopsia se habían encontrado unas gasas en tal lugar.

Durante las dos décadas largas de internamiento fue sometido a tratamientos por diversos expertos. A consecuencia de ello jamás volvió a mostrarse violento con otros enfermos. “En ocasiones ocurre que algún interno se mete con él llamándole estrangulador y, sin violentarse, enseguida me llama y viene a presentar la queja oportuna”. Declaraba uno de los jefes del centro de Carabanchel.


Bajito y de extraordinaria fortaleza. Un sujeto enigmático y agresivo, de mente retorcida, sin escrúpulos, en cuyo diccionario no entraban las palabras perdón, piedad o remordimiento, y que alardeaba de sus hazañas delictivas. Se pasaba el día musitando: “Necesito que alguien se acuerde de mí”.

Con el paso de los años en el psiquiátrico, su aspecto externo tornó, pese a ser un cuarentón, en el de un anciano de cabello oscuro encanecido, ralo y enmarañado, barba hirsuta, rostro ajado y diabólico, ojos azules como el mar, fríos como el hielo y penetrantes como el acero. Pero su actitud cambió. “No he matado a nadie”, susurraba a quien quería escucharle. Como si hubiera olvidado el casi medio centenar de asesinatos de los que alardeaba, describiéndolos con todo detalle en los interrogatorios policiales. Decía que quería curarse, trataba de recuperar la libertad.

Tras el cierre del madrileño psiquiátrico penitenciario de Carabanchel prosiguió su internamiento judicial en el sanatorio alicantino de Foncalen. Con la entrada en vigor del nuevo Código Penal fue puesto en libertad, falleció al poco tiempo debido a su desmedida adicción al tabaco, desarrolló una EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) que acabó con su vida el 2 de febrero de 1998.

ALBAFIKA DE PISCIS no está en línea   Responder Citando
 
Page generated in 0,04337 seconds with 12 queries