Cuando la economía se cae se destruye la argamasa que cohesiona al TEJIDO SOCIAL.

Cuando la caída es inevitable los gobiernos apelan a agitar FALSOS FANTASMAS para reprimir y anular a las protestas de la población general.

Cuando la economía no tiene posible reparación porque se agotó el actual PARADIGMA, las naciones van a la guerra, agitan FALSAS ALARMAS.

Estamos inmersos en guerras de divisas y comerciales, es un CALCO DE LA DECADA DEL 30 DEL SIGLO XX. Luego vino la II Guerra Mundial, ahora estamos igual, tristemente la historia se repite. Estamos a las puertas de una gran conflagración.

Mientras tanto las naciones SE ARMAN, se cierran con medidas proteccionistas y aceleran las medidas de CONTROL SOCIAL.

Porque más allá de que haya gente más o menos “espiritual” si no hay justicia social, si no hay horizontes y oportunidades los “excluidos” del sistema son lanzados por pereza, desesperación o oportunidad hacia el delito, hacia el crimen y la sociedad pierde sus fundamentos, su razón de ser y se convierte en un CAMPO DE BATALLA, donde la paz y la seguridad no existen.

Por este camino de DECADENCIA ya no es cuestión de qué opinión tenga el editor de esta nota, ustedes o yo. La TENDENCIA es hacia el desastre, por este camino vamos todos muy mal, no se resolvió aun nada, lo único que se está “cocinando” es un gigantesco tsunami social.

No hace falta que se declare una guerra, ya estamos en ella.

Mientras no se cambie a este PARADIGMA EN DECADENCIA los únicos resultados que podemos tener a corto plazo son el caos social