Hay que entender una cosa. Se está negociando la paz y en la mesa de diálogo no se van a examinar uno por uno los delitos cometidos por las partes (el gobierno también tiene su cuota); la discusión se centra en cinco puntos y uno de ellos es el de las víctimas. Hay que suponer que allí se establecerán los mecanismos de verdad y reparación a las víctimas.

La jurisdicción especial que se cree debe abordar todos los casos que se están denunciando, los documentará debidamente y a partir de allí, no sólo se sabrá que pasó con cada una de las víctimas sino también la manera como se resarcirán los perjuicios causados, además del acto de perdón, tal y como lo ha hecho el gobierno colombiano, aunque no por propia iniciativa sino obligado por la justicia internacional.