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Antiguo 05-10-2012 , 14:18:50   #4
! Master !
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Predeterminado Respuesta: Regalo para mi amante

–Buenos días mami, ¿me trajiste panocha con leche?

–Claro, Nene, pero primero toma tu bibi –le contesté sacándome una teta para que me la mamara y él se apresuró a hacerlo, saboreándola y percibiendo que ya me la habían preparado.

–¡Qué rica! ¿La otra también tiene crema?

–Sí, a papi le alcanzó para ponerle a las dos. Mama, mi nene... –contesté sacando la otra y ofreciéndocela también–. Tenga, mi nene, lechita de papi.

Mientras me mamaba me desabotonó la falda, la cual cayó a mis pies. No traía fondo y en mis pantaletas blancas se marcaba el azabache del vello tupido. Nos acercamos al sofá, me senté en sus piernas y acaricié su cabello en tanto que él continuaba pasando la lengua de una areola a otra y lamiendo más allá para limpiarme de la crema que, al humedecerse, volvía a emanar su característico olor.

–Dale un beso a mami con ese sabor tan rico que tiene la crema de papi –le pedí sacando de mi boca la teta de suave masa que tiene una madre de 35 años y tres hijos.

Me besó metiendo su lengua en mi boca, nuestras lenguas se trenzaron y se acostó sobre mi cuerpo, pero no me soltó de las chiches.

–Sé que te gusta mucho la leche y que últimamente haces un sacrificio cada vez que te abstienes de ella por dármela a mí ¿Tu esposo te mama mucho las tetas? –preguntó.

–No. Una vez le salió calostro y no le gustó –contesté, ofreciéndole un pezón.

–¡Muy mal! No sabe lo que es rico –dijo abriendo la boca para chuparme.

–¿A ti si te gusta? –pregunté sorprendida.

–Sí, el calostro y la leche, aunque sólo la he tomado de pocas mujeres, siempre me ha parecido deliciosa.

Después, besó mi triángulo que despedía mucho calor y el aroma de puta que tanto le gusta de mí, el pelambre me brillaba, la fragancia de mi vagina enervaba su pensamiento y sólo pensaba en mamarme la panocha. Se prendió de mi clítoris y con la succión me masturbaba divinamente. Grité (me valía madres que nos oyeran, pues mi jefe era uno de los socios de esa compañía) y por mis muslos escurrió más flujo. Me soltó para acostarse sobre de mí, me abrazó para penetrarme dándome un beso que sólo terminó con el gemido que provocó la dicha que tenía al inundarme. Descansando su cuerpo sobre el mío, continuó con otro beso al tiempo que su pene navegaba en el mar de mis pasiones satisfechas. Ahora fue su propia leche la que tomó de mi vagina, mientras sus manos recorrían mis nalgas firmes.

–Me gustan tus nalgas, están muy ricas –me dijo haciéndome que me pusiera de pie para modelárselas.

–A mi esposo también le gustan mucho… –le dije y él me agachó y me lamió el ano. ¡Yo estaba otra vez en la cima de mis calenturas!

–Es que son muy bonitas, y tu culito es delicioso… –dijo antes de seguir lamiéndome –¿Ya te cogió tu marido por allí? –me preguntó y quedó expectante de mi respuesta.

–Sí, una vez, pero me dolió mucho –contesté reflejando o al recordar aquello.

–Tal vez no supo cómo hacerlo. Un día te llevo a un hotel, te limpio y te pongo lubricante para que poco a poco se te vaya dilatando el anillito –dijo antes de volver a chuparme y meter su lengua.

–Sí, Nene, lo intentamos cuando quieras –le contesté gozando de su lengua y sorprendiéndome de mi manera de contestar, pero segura de que él sí lo haría bien.

Me dio una pequeña nalgada y me empezó a vestir, cubriéndome la piel de besos antes de la ropa.

Mar1803

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Última edición por ! Master !; 18-01-2022 a las 01:45:32 Razón: correccion
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