Dentro de algunos años, cuando Venezuela recuerde el paréntesis chavista, se hablará de esta marcha, de la Caracas donde se reunió Venezuela y se contarán cómo los pueblos, las fincas, las oficinas públicas, los cuarteles se quedaron vacíos porque había que llenar las calles, así tocara sacar a los enfermos, a los ancianos, a los niños, lo que fuera con tal de mostrarle a todos que si el uno pudo llenar Caracas, los socialistas del S. XIX, también lo podían hacer, así fuera desenterrando muertos y pagándole a los vivos.

-¿Y usted fue abuelo?
-Claro, mijo. Si no iba me quedaba sin subsidio.
-¿Pero luego no trabajaba?
-No había donde. Y además para qué. Cada mes pagaban bolos por ir a estudiar.
-¿Y le tocaba ir muy lejos?
-No iba. ¿para qué? De todas maneras me pagaban.
-Pero así muy bueno, que a uno le den plata por no hacer nada.
-Así era en los tiempos de Chávez, mijo. Y ahí fue cuando ya nadie quería trabajar, Lo único que hacía uno era ponerse la camiseta roja y pasársela en manifestaciones.
-¿Y por qué ahora seguimos tan pobres?
-Porque la plata se la gastaba uno en ron y algo de comida y eso cuando encontraba porque casi nunca había nada. Por eso, cuando se murió, nos quedamos sin nada porque no nos volvieron a regalar plata.
-Entonces a todo el mundo le tocó trabajar.
-No había donde mijo. No había fábricas, nada. Fueron años duros. Por eso estudie, mijo, para que después se ponga a trabajar y gane su platica como debe ser. Y no se vuelva un vago como yo.