Denunciante Platino
 |  Con triplete de Ronaldo, Real Madrid venció 1-4 al Ajax en 'Champions'
Calificación: de
5,00
 | Solo sucede con el Ajax, que es un equipo que cae bien a todo el mundo. Trae recuerdos de buen fútbol, de política de cantera, de excelencia y figura en su quehacer. Gente, además, muy deportiva, sin gestos feos y mucha amabilidad y grandeza. Un equipo admirado. Es por eso que da un poco de reparo ver cómo se ha ido a menos hasta el punto de ser un equipo metido en el pelotón de los esforzados seguidores de los campeones.
Queda poco de aquella grandeza, y se ve cuando afronta a los equipos grandes. Sigue exhibiendo la gallardía de entonces, pero se ve que los jugadores no le llegan. Ante el Madrid apenas vio el balón. Salieron los blancos crecidos porque ven en el horizonte a los azulgrana y porque unieron fuerzas en el vestuario, solventado en un pelillos a la mar el problema entre Sergio Ramos y Mou. Todo fue del Madrid que, con poco, acumuló tres claras ocasiones de gol en apenas un cuarto de hora. Pero más allá de todo eso, de la superioridad, de dominar el partido a su antojo, de sentirse abrumadoramente poderoso, el Madrid recibió una buena noticia, buenísima más bien: Kaká. Cierto que era un partido especialmente diseñado para él: un rival plácido, que no saca dientes ni te atosiga, que te ve venir con cierta serenidad y apenas se muestra agresivo. En esa clase de escenarios los jugadores como Kaká sobresalen en gran manera.
Kaká, no lo duden, es un jugador soberbio, magistral, un futbolista de un talento descomunal que aglutina elegancia, talento y clase por doquier. Que no sea regular por mor de las lesiones, porque llegó tarde al Madrid o porque no ha tenido la continuidad necesaria es otra cosa, pero es un pelotero de primera. Ante el Ajax se bastó él solo para descuajaringar al equipo holandés. Sin marcajes cerca, dejándole respirar y levantar la cabeza, la zancada y visión del brasileño hizo estragos en la zaga local. Propició un sinfín de ocasiones que no acabó en una goleada de escándalo porque los delanteros madridistas estuvieron algo cegatos y porque Vermeer se lució en un buen número de paradas. Lo cierto es que el partido transcurrió sin historia. El Ajax, más allá de todas las consideraciones, se mostró como lo que es: un equipo muy blandito, sin apenas falta, sin apretar en la medular y con escasos jugadores de talento. Se esperaba, como siempre, a Eriksen, pero este hace una jugada de cierto mérito y luego se pasa quince minutos regodeándose en un regatito de tres al cuarto que le hizo al primero que pasaba por allí con poco interés en atenazarle. Así resultó difícil ver algo de interés en el ataque holandés. Todo lo más, algún acercamiento inicial y luego a achicar agua y tapar vías de agua. Cuando el Madrid parecía harto de fallar ocasiones, una internada de Benzema acabó con un pase de la muerte que Cristiano resolvió con la innegable calidad que atesora. El Madrid reservaba así la supuesta goleada para la segunda mitad. Monumental gol Si el partido fue cómodo para el Madrid en la primera parte, la ingenuidad del Ajax le abrió una autopista en la segunda. Tan bien lo vio el equipo de Mou que al minuto dos se adornó con un golazo de primera. Una contra mortal de Marcelo sobre Kaká, que la puso de cine para una chilena tremenda de Benzema. Un golazo. El partido parecía listo cuando al Madrid se le volvió a atragantar una jugada a balón parado con cantada al alimón de Casillas y Essien. El Madrid se atontolinó tanto que jugó con fuego. El Ajax se creció porque los de Mou se durmieron de forma peligrosa. Fue un espejismo. CR frunció el ceño, se levantó poderoso y se acabó el partido. Una contra de Benzema la agarró el portugués en la frontal y lanzó una rosca mortal. Al minuto siguiente cogió la puntilla y con una vaselina tumbó al inocente Ajax. FUENTE: WWW.ABC
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