Los números son los que hablan y a pesar del buen comienzo de temporada aún falta mucho camino por recorrer. Quizás el primer examen exigente sea el del próximo domingo contra un Málaga que también ha tenido un comienzo estupendo de temporada. Marcha tercero y al igual que el Atlético, es uno de los equipos invictos, con cuatro victorias y dos empates.

Lo bueno del cuento es que el proyecto Simeone funciona. De un equipo gris y medroso se pasó a un conjunto agresivo, solidario, con personalidad, que no se le arruga a nadie, que puede ganar o perder, pero que en cada partido deja la piel en la cancha. Los colchoneros ahora funcionan como un reloj, se entienden, son disciplinados tácticamente, aprovechan al máximo sus virtudes y tratan de minimizar sus defectos.

En resumen, juegan a lo campeón y se lo creen porque lo son, porque la mentalidad de ganador la volvieron a escribir en sus genes con sus victorias en la Liga Europa y la Supercopa europea. El roce internacional les sembró la confianza, su racha de triunfos es memorable y aunque al final de temporada es posible que no salgan campeones porque tienen por delante a dos monstruos, serán protagonistas como dice su presidente. Tendrán que contar con el Atlético a la hora de hacer cuentas.

Y eso es mucho decir.