Respuesta: Nuevas tecnologías: ¿para quiénes? El caso de la nanotecnología *
Guillermo Boido y Celia T. Baldatti
El término “exclusión social” indica una posición que señala la relación del sujeto con el resto de la sociedad, definida no por lo que el sujeto es (identidad) sino por lo que no tiene. Así, la situación de exclusión denota todo aquello de lo que está excluido, fundamentalmente su libre acceso a los bienes del mercado, soslayando
que la condición inicial para ejercer esa libertad es disponer de los ingresos necesarios. En este sentido, el deslizamiento operado en el uso cada vez más frecuente del concepto de “consumidor” que, con mayor o menor sutileza, ha reemplazado al tradicional de “ciudadano”, cuestiona esta ficción de democracia que
propone una falsa igualdad en la “libertad” de todos los “consumidores”. Sin embargo, se insiste sistemáticamente en las mismas argumentaciones cuando, por ejemplo, un grupo de trabajo de las Naciones Unidas encargado de anticipar el futuro en ciencia y tecnología, sostiene en uno de sus informes que “la nanotecnología vendrá a solucionar los problemas de pobreza en el mundo”.4
Nuevamente, se postulan soluciones técnicas para resolver los problemas de la desigualdad, por ejemplo los
referidos al hambre. A pesar de los crecientes avances en el aumento de la productividad agrícola, no cesa el encarecimiento de los alimentos, lo que agobia cada vez más a las poblaciones de excluidos, y, como afirma el economista argentino Claudio Katz, “lo que en realidad destruye la seguridad alimentaria de los países más
relegados es el avance del agro-capitalismo y la especialización exportadora” (Katz, 2009). |