Una mujer filipina embarazada se desplazaba en un vuelo de Emirates Airlines, que se dirigía de Dubai a Manila, cuando de repente dio a luz a un niño en el baño. En honor al vuelo EK 322, su madre lo llamó EK.
A causa de la situación y para permitir que ambos recibieran atención oportuna, el avión debió aterrizar de emergencia en Vietnam. Dos enfermeras y cuatro auxiliares ayudaron a recibir al niño que nació de 27 semanas, prematuro.
Para que los dos pacientes permanecieran estables, los auxiliares de vuelo les facilitaron las máscaras de oxígeno y, al bebé, lo mantuvieron caliente con luces (de lectura LED) conectados a los asientos de pasajeros.
EL TIEMPO