31-08-2012
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#21 |
Denunciante Épico
| Respuesta: ¡Falcao, Falcao, Falcao...! | El partido se pensaba también como un duelo de goleadores, un Fernando Torres que ha venido recuperando su forma tanto en el Chelsea como en la selección española, de la cantera del Atlético, querido y respetado por la afición, y un Falcao inmenso que ha respondido a los grandes retos en los momentos cruciales.
Para infortunio de Torres, Falcao picó primero y luego se convirtió en una pesadilla en los primeros 45 minutos. El "Niño", en cambio lució apagado, como su equipo, sin alma, sin nervio, un pálido reflejo de lo que se esperaba de él. El duelo lo gano "el tigre", pero a Torres no lo olvida la afición colchonera. Al final del partido fue ovacionado por las muchas alegrías que les proporcionó en el pasado. El presente puede con la nostalgia Falcao, beneficiado por el plan a la contra de Simeone, se impuso a un melancólico Fernando Torres
J. Q. Montecarlo 1 SEP 2012 - 00:32 CET
[IMG]Falcao celebra el tercer gol al Chelsea. / ERIC GAILLARD (REUTERS)[/IMG] “Falcao solo hay uno y está con nosotros”, expresó orgulloso Migue Ángel Gil, dueño del Atlético, recalcando que su goleador no había cambiado de aires pese a que al final de temporada pasada se antojaba complicado. Mientras hablaba su expresidente, Fernando Torres lucía una media sonrisa, entre la decepción y la alegría de ver ganar al equipo en el que se formó y le lanzó al estrellato.
El presente se impuso a la nostalgia por aplastamiento. Falcao llenó la noche de Mónaco y Torres pululó por ella. A veces, cabizbajo, melancólico, a veces pura protesta por la impotencia de la tunda que recibió su equipo. El ruido y la emoción corrieron de parte del goleador colombiano, que volvió a ser capital en otra conquista europea del Atlético. Las diferencias entre uno y nueve otro se establecieron desde el principio. El protagonismo de Torres empezó y acabó en las recíprocas muestras de cariño con la que fue su afición. La omnipresencia de Falcao fue la culminación del plan ofensivo de Simeone. El Tigre se benefició de ese despliegue ofensivo que rememoró al mejor Atlético de toda la vida, a aquel que en los años 70 se hizo grande en el continente con el contragolpe como seña de identidad. Cada robo era una bala para su delantero. A cada salida flechada de su equipo, Falcao estuvo presto para culminarla. A su primera cita real con el gol llegó un poco forzado a un centro desde la izquierda y estrelló la pelota en el larguero. A la segunda ya no perdonó. Corrió a un pase filtrado de Adrián a la carrera y con la cabeza levantada picó la pelota cruzada para evitar a Cech y el intento desesperado de David Luiz de intentar sacar la pelota bajo la raya de gol.
El rostro de incredulidad de Torres, en el centro del campo, esperando para poner la pelota, describió su noche. Las veces que con más comodidad tocó el balón fue cuando sacó de centro. El resto del partido se lo pasó tratando de ganarle la espalda a Miranda y a Godín.
Si Falcao fue el gran beneficiado de la pizarra de Simeone, Torres fue el gran perjudicado. El planteamiento del técnico argentino cortó todas las vías de comunicación con él. Ni Mata ni Hazard pudieron lanzarle a la carrera. No hubo huella alguna de esas galopadas que hicieron de Torres uno de los mejores delanteros de Europa. Tanto Miranda como Godín le aprisionaron y no le dejaron recibir. Acabó desesperado por la anticipación de los dos centrales rojiblancos, y solo disparó una vez a puerta.
En el otro campo, las correrías de Falcao sí dejaron una estela de delantero imparable. Volvió a correr un contragolpe para culminarlo con una rosca a la escuadra. No habían pasado 20 minutos y ya había marcado diferencias abismales con Torres. Ya envalentonado, con ese punto de más que se apodera de los goleadores enrachados, estrelló un cabezazo al palo tras una pifia de Adrián cuando estaba solo ante Cech.
El colombiano culminó su noche histórica con un tercer gol (los tres con la zurda) que fue otro acompañamiento de manual de un contragolpe guiado por Arda Turan. Esta vez fue menos estético que en los dos primeros goles, pero igual de contundente. Con sus tres goles en 45 minutos, El Tigre igualó a Puskas, hasta ahora el único jugador que había conseguido tres goles en la primera parte de una final. “Soñaba con hacer esos tres goles en esta final”, decía Falcao ya envuelto con la bandera de Colombia. “Es una bestia, el mejor delantero centro del mundo”, le elogió entusiasmado Mario Suárez.
Fuente: El País |
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