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Denunciante Dorado
 |  Carlos Castrillón pagó para que no mataran una tigrilla
Calificación: de
5,00
 |  Un granadino pagó 150 mil pesos para evitar que mataran a una tigrilla. Luego de cuidarla como a un miembro de su familia la entregó a las autoridades ambientales ante una inminente sanción económica por posesión de fauna silvestre.
Catalina Hernández Osorio | Medellín |
Carlos Castrillón se convirtió, por casualidad, en el salvador de una tigrilla de pocos meses de nacida que iba a ser sacrificada por habitantes del municipio de San Luis, por el peligro que representaba para sus familias y animales.
Castrillón, oriundo del municipio de Granada, pasaba por el sector conocido como El Prodigio cuando vio un grupo de campesinos reunidos alrededor del cadáver de una tigrilla adulta que habían matado a machetazos. La causa: el animal había atacado algunas de sus gallinas y los pobladores temían por sus vidas. Su cría sería la próxima víctima.
“Cuando vi a la mamá ahí tirada y la tigrilla bebé tan hermosa se me arrugó el corazón. Yo quiero mucho los animales. Entonces les ofrecí plata para que no la mataran y, por 150 mil pesos me la llevé para mi casa”, relata el hombre que desconocía que tener fauna silvestre es ilegal.
Luego de varias campañas de la Policía sobre la tenencia de este tipo de animales, Castrillón decidió entregar a Diana, como la llamaron, a Cornare. Sin embargo, tiene algunas preocupaciones. “A mí me da mucho susto que la suelten en el monte porque ella no sabe cazar. No quiero que la metan a la boca del lobo”.
Luis Perea, técnico de Fauna Silvestre de Cornare, afirma que la mayoría de las personas no comprende el peligro de tener estos animales como mascotas. “Aunque estos tigrillos se vean muy tiernos y dóciles nunca olvidan su instinto cazador y en cualquier momento pueden atacar cuando sienten que su territorio es invadido”.
El funcionario, quien afirmó que el animal se encuentra en buen estado y es muy tranquilo, explicó que Diana irá a un hogar de paso donde estará 20 días alejada de los humanos. “Allí podrá agudizar su instinto cazador. Le pondremos presas difíciles para que aprenda a alimentarse por sus propios medios y, cuando esté lista, la liberaremos en su hábitat natural”.
Aunque entregando a Diana se salvó de una sanción, Carlos siente que hizo lo correcto y que le salvó la vida al animal. Ahora espera que, la que fue su mascota por seis meses, pueda tener una vida tranquila y feliz.
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