Rachel filmó la increíble escena en la playa cerca de la estación de Warroora -en el noroeste de Australia-.
En su blog contó que “estaba recogiendo conchillas en la playa con mi mamá, buscando en la arena blanca mientras el agua cristalina nos daba en los tobillos, cuando quedé en shock al darme de frente con mi peor pesadilla a unos 400 metros de donde estábamos”.
“Imagínate unos treinta tiburones, la mayoría de los cuales parecían ser tiburones tigre, todos destrozando una ballena a pocos metros de la orilla.”
“La pesadilla era una masa de tiburones devorándose a su víctima.”
“Al poco tiempo me di cuenta que había alrededor de 100 tiburones en total, algunos de hasta cuatro metros, todos frenéticos sobre la carne fresca de ballena.”
“Tengo que decir que me sentí bastante tonta jugando a las escondidas con las olas que me llegaban a la altura del tobillo. Pero sólo tienen que llegarte hasta las rodillas y ya estás compartiendo el mismo metro cuadrado de Océano Indico con un tiburón tigre”.
“Soy muy consciente de esas bestias fuera de mi control. Aún surfeo por aquí, sin embargo, porque no se trata de meramente sobrevivir a este océano, se trata de vivir y respirar todo lo que este loco lugar tiene para ofrecer.”
“Esperemos que los tiburones estén llenos, por ahora”, escribió.