A Petro le falta liderazgo e infortunadamente los hechos lo comienzan a demostrar con contundencia. Lo primero es su equipo de colaboradores que pintaba bien desde un comienzo, pero que se ha venido desbarajustando desde la renuncia de Antonio Navarro, quizás la piedra angular de la administración, con la suficiente experiencia administrativa y política que le hubiera ayudado a Petro a domar el potro cerril de la alcaldía.

Lo otro es el deseo de hacer muchas cosas, tener muchas ideas buenas, pero como cuando se le echa maíz a los pollos, las tira a la opinión pública una tras otra, arma el alboroto y la deja a la deriva para tirara la siguiente y la siguiente y la siguiente y así hasta el infinito. Es mejor centrarse en pocas cosas que lanzar muchas y al final terminar en nada.

El que mucho abarca poco aprieta y parece que el modelo de ciudad de Petro apenas se encuentra en construcción dentro de su cabeza, y encima de eso, no tiene el equipo para llevarla a cabo. Habla demasiado. Y el que mucho habla mucho yerra. Recuerden lo de la ETB. Infortunadamente, tenemos un alcalde honesto, pero no basta. Necesitamos un buen administrador, un buen ejecutor. ¿Tendrá Petro estas cualidades?

¿O siguiendo con los dichos, al final de la alcaldía el resumen será "mucho ruido y pocas nueces? Ojalá que no.