No llega en la mejor de las formas. Tampoco, como otros deportistas, con la suficiente preparación internacional. Incluso no tiene su entrenador al pie. Es como si todos los obstáculos se hubieran reunido para conspirar en su contra.

No es la misma Jackeline de la medalla de bronce en las pasadas olimpíadas. Más madura, pero más golpeada llega a estas justas. Por su lado no hay esperanza de medalla de oro, pero se espera que haya un bronce y, si la berraquera que lleva dentro unida a su talento confluyen quizás consiga una de plata.

Jackeline se tiene confianza, pero no pasa por la mejor época. Esperemos que saque a relucir su casta. Lo necesita ella y también Colombia.

Este jueves compite la colombiana
Jackeline Rentería: Ojalá todo el esfuerzo haya valido la pena

Por: Luis Guillermo Ordóñez / Enviado Especial, Londres /

Hace cuatro años, la caleña dio la sorpresa al conquistar el bronce en Pekín. Ahora quiere superar su hazaña en los Olímpicos de Londres.


a luchadora vallecaucana es una de las cartas colombianas para ganar medalla en los Juegos Olímpicos de Londres, que culminan este domingo. / Archivo

Solamente 15 colombianos han conquistado una medalla en los Olímpicos de verano, pero parece que Jackeline Rentería no estuviera en ese privilegiado grupo. La luchadora caleña es una mujer de bajo perfil, a la que su éxito en Pekín no le facilitó en absoluto el camino para venir a Londres.

De hecho, apenas a comienzos de mayo logró la clasificación, en Finlandia, cuando incluso la Federación Colombiana de Lucha ya la había descartado. Ella, siempre frentera, no se dio por vencida y siguió entrenando hasta que consiguió el cupo que le permitirá defender su medalla.

Llegó el día en el que inauguraron la Villa para deportistas y, según explica, ha salido poco. Está concentrada en su competencia y tiene la ilusión de volver a darle una alegría a Colombia. Antes de su primer combate este jueves, a las 7:30 a.m., hora colombiana, ante la coreana Kum-ok Han, Jackeline habló con El Espectador sobre su preparación, la ausencia de su entrenador y las expectativas.

¿Cómo llega? ¿Haber conseguido la clasificación tan cerca de los Olímpicos afectó su preparación?

Vengo bien, en una excelente forma física y mental. La verdad es que nunca dejamos de confiar en que estaríamos en Londres. Se presentaron muchos inconvenientes durante estos cuatro años, pero los supimos sortear, como siempre. Tal vez algo mejor se hubiera podido hacer, mayor fogueo, mayor presencia internacional, pero así se dieron las cosas, así lo quiso Dios.

¿Cómo se ha sentido en su segunda experiencia olímpica?

Pues me he mantenido muy concentrada en lo mío, en los entrenamientos. Sí he visto las pruebas de mis compañeros, me han alegrado mucho sus medallas, pero he tratado de enfocarme en mi trabajo, en que todo salga bien.

¿Tiene cómo volver a subirse al podio?

Pienso que sí; las 19 chicas que estamos acá soñamos con eso. La verdad, a las únicas que he visto son las cubanas y las brasileñas, que entrenan con nosotros. Las demás están concentradas en otro sitio.

¿Ser medallista olímpica es una ventaja?

No tanto ser medallista, porque eso hace que a uno lo referencien y lo estudien más. Ventaja es la experiencia que adquirí, el recorrido, saber cómo manejar algunas situaciones, pero eso tampoco garantiza el triunfo.

La japonesa Saori Yoshida ha ganado los tres últimos mundiales y los Olímpicos pasados. ¿Es indestronable?

Pues ha tenido una carrera impecable y un dominio tremendo en la categoría. Tal vez está por encima de las demás, pero las otras somos todas muy parejas, cualquier cosa puede pasar.

Finalmente, su entrenador, Víctor Capacho, no la pudo acompañar. ¿Eso la puede perjudicar?

Quiero y necesito pensar que no. Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para llegar juntos. Superamos obstáculos increíbles y convencimos a gente que no creía en nosotros. De todas maneras me mantengo en contacto con él, estuvimos juntos antes de que yo viajara y he seguido sus pautas de trabajo. Por fortuna, se ha entendido muy bien con David Gutiérrez. Espero que no me haga falta en los combates.

¿En algún momento pensó que no vendría a Londres?

Hubo momentos de crisis, de incertidumbre, pero ahí apareció la familia para darme ánimo. Ojalá todo ese esfuerzo haya valido la pena.

Fuente: El Espectador