Los agentes continuaron temerosos frente a la desaceleración económica mundial, el incremento en las primas de riesgo de España y la poca actuación de algunas autoridades monetarias a comienzos de julio. Sin embargo, terminando el mes, las monedas tuvieron una leve recuperación ante la expectativa de anuncio de medidas por parte del FED y del Banco Central Europeo iniciando agosto. Así, el dólar ganó frente a las monedas líquidas y las latinoamericanas, pero perdió frente a las asiáticas.

No debe sorprender que agosto sea otro mes de lateralidad para las monedas

Este mes debería ser de lateralidad para las monedas ante escenarios encontrados. Esto se daría en un contexto externo caracterizado por una alta incertidumbre y en el que las autoridades europeas avanzan, pero a paso lento, mientras que otras sí han actuado rápidamente para impulsar sus economías. Se suma el hecho de que a finales de agosto debería comenzarse a incorporar las preocupaciones por el Fiscal Cliff en EE.UU.